Humala designou como primeiro-ministro Pedro Cateriano, um dos políticos peruanos mais próximos de Vargas Llosa (Foto: EFE/Página/12) |
O primeiro-ministro nomeado pelo presidente é um político que polariza ainda mais a política peruana: depois do voto de censura à primeira-ministra Ana Jara, Humala escolheu como sucessor Pedro Cateriano, abertamente antifujimorista e antiaprista. Se não for aprovado, o mandatário pode fechar o Congresso e convocar eleições.
Por Carlos Noriega, de Lima – no jornal argentino Página/12, edição impressa de hoje, dia 4 (em espanhol, com
traduções pontuais)
Después de la derrota que
sufrió en el Congreso con la censura a su primera ministra, Ana Jara, el presidente
peruano respondió pasando a la ofensiva. Cuando la oposición le exigía un
primer ministro de consenso, Humala designó como nuevo jefe del gabinete
ministerial a un político con un alto perfil confrontativo, abiertamente
enfrentado al (contrário ao) fujimorismo (do ex-ditador Fujimori) y al Partido
Aprista del ex presidente Alan García, las dos (duas) fuerzas políticas que
impulsaron la censura de Jara. Otras bancadas opositoras también habían
expresado su desacuerdo con el nombramiento de Pedro Cateriano, hasta ayer (até
ontem) ministro de Defensa, cuando su nombre sonaba como una posibilidad. Si la
oposición parlamentaria no lo ratifica en el cargo, el presidente Humala
quedaría (ficaria) constitucionalmente habilitado para cerrar (fechar) el
Congreso y llamar a nuevas elecciones parlamentarias.
Con el nombramiento de
Cateriano, Humala contraataca contra el fujimorismo y el aprismo, que tumbaron (derrubaram)
a su primera ministra por el escándalo del espionaje político, poniendo en ese
cargo a alguien con quien estas dos (duas) fuerzas políticas se sienten
bastante más incómodas de lo que se sentían con la censurada Ana Jara. La
designación de Cateriano pone en difícil situación a los congresistas
fujimoristas y apristas – hasta ayer (até ontem) exultantes con su victoria en
la censura a Jara – enfrentándolos a la disyuntiva de aceptar como primer
ministro a un declarado enemigo político y tal vez la última persona a la que
habrían querido ver en ese puesto, o (ou) promover su censura y abrir las
puertas para que Humala cierre (feche) el Congreso, con lo que esos
congresistas se quedarían (ficariam) sin sus bancas parlamentarias. Pero la
jugada de Humala trae (traz) el riesgo de agudizar aún más la polarización
política existente. Algo que a un gobierno debilitado y aislado (isolado) puede
salirle caro.
Pedro Cateriano, abogado
neoliberal muy cercano (próximo) al escritor Mario Vargas Llosa, ingresó a la
política en 1990 de la mano del novelista (romancista), cuando el hoy Nobel de
Literatura se postuló sin éxito a la presidencia de la República. Desde
entonces, es uno de los políticos peruanos más cercanos a Vargas Llosa, con
quien comparte (compartilha) un fundamentalismo neoliberal. Cateriano también
forma (faz) parte del círculo político cercano a la primera dama, Nadine
Heredia, quien tiene una influencia decisiva en el gobierno de su esposo
Ollanta. Con la designación de Cateriano, Humala pone en el cargo clave (chave)
de primer ministro a un político con la decisión de enfrentarse a la oposición,
especialmente al fujimorismo y al aprismo, en el año electoral que se abre para
las elecciones presidenciales de abril de 2016. Precisamente, estas dos (duas) agrupaciones,
con sus postulantes Keiko Fujimori y Alan García, se proyectan como dos (duas) candidaturas
de fuerza. Un tercer candidato en disputa es el banquero Pedro Pablo Kuczynski,
políticamente cercano a Cateriano. La izquierda, por su parte, está embarcada
en un complicado proceso de unificación. El oficialismo (O governismo),
descartada la candidatura de la primera dama Nadine Heredia por un impedimento
legal, no parece tener una alternativa que pueda dar pelea (que possa enfrentar
a disputa).
Fujimoristas y apristas
criticaron duramente el nombramiento de Cateriano, pero, tal vez pensando en su
continuidad en el Congreso, parlamentarios de ambas bancadas se negaron a
anunciar un voto en contra del nuevo gabinete. Hubo (Houve) voces
conciliadoras, pero también otras que anunciaron un duro enfrentamiento. El
congresista Kenji Fujimori, hijo (filho) del encarcelado ex dictador Alberto
Fujimori, calificó el nombramiento de Cateriano como “una declaratoria de
guerra”.
Estando al frente del
Ministerio de Defensa, Cateriano desató, desde las trincheras del Twitter, una
guerra contra fujimoristas y apristas, recordándoles sin pausa las acusaciones
de corrupción contra sus líderes, Alberto Fujimori y Alan García. Pero en sus
primeras declaraciones como primer ministro se esforzó por mostrarse
conciliador. “Voy a tener que cambiar (Vou ter que mudar), porque como
presidente del Consejo de Ministros voy a ser vocero (porta-voz, representante)
del gobierno y mis opiniones políticas personales tendrán que ser reemplazadas (terão
que ser substituídas) por las opiniones del gobierno”, anunció minutos después
de su juramento.
Humala ratificó a 15 de los
18 ministros del gabinete de la censurada Ana Jara. Entre los tres ministros
cambiados (mudados) estuvo el canciller Gonzalo Gutiérrez, quien fue
reemplazado (substituído) por Ana María Sánchez, diplomática de carrera. Apenas
el día anterior Sánchez había sido nombrada embajadora en Francia, lo que
revela que el cambio (a mudança) del canciller y la elección de su reemplazante
(e a escolha de seu substituto) fue una decisión de último minuto. Gutiérrez
habría decidido apartarse del gobierno por su de-sacuerdo con la designación de
Cateriano, con quien, según especulaciones de la prensa local, mantendría
diferencias sobre el manejo del conflicto diplomático con Chile por el
escándalo del espionaje chileno a la Armada (Marinha) peruana. Queda (Fica) por
ver si Vargas Llosa, un ferviente (um fervoroso) crítico de los gobiernos
progresistas de la región, logra, a través de Cateriano, con quien comparte (compartilha)
esa posición, imponer en el gobierno sus criterios (suas opiniões, suas
posições) internacionales. Esta habría sido otra razón para el alejamiento (o
afastamento) del canciller. Los otros dos cambios se han dado (As outras duas
mudanças se deram) en el Ministerio de Justicia y en el de Defensa con la
salida de Cateriano para asumir el premierato. La tecnocracia neoliberal, que
controla el manejo económico y productivo, queda inamovible (fica intocável). Y
ahora se refuerza con un primer ministro que milita en el neoliberalismo más
ortodoxo.
Tradução
(parcial): Jadson Oliveira
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