(Foto: reproduzida de Nodal) |
El gobierno norteamericano mantiene la posición pública que sostiene que
toda solución pasa por la salida de Nicolás Maduro (…) ¿hasta dónde está
dispuesto a ir Estados Unidos? (…) El chavismo trabaja sobre todos los posibles
escenarios. Caracas es el epicentro de poder que busca asaltar el golpismo, y
se prepara, en consecuencia, en trinchera.
Por Marco
Teruggi, de Caracas – transcrito do portal Nodal – Notícias da América Latina e Caribe, de 02/06/2019
Caracas
toma forma de trinchera. En diez días mil setecientos hombres y mujeres han
recibido instrucciones para la defensa. El objetivo es llegar a cien mil en el
mes de octubre, con centros de formación en las veintidós parroquias para
abarcar los ciento diecisiete ejes territoriales de la capital: que la ciudad
sea un pantano para las acciones golpistas.
El primer
espacio de formación está situado al sur de la ciudad, en Macarao. Aquí la
derecha quemó la sede de la organización comunal el 30 de abril pasado,
mientras las cámaras enfocaban a Juan Guaidó, Leopoldo López y el puñado de
militares en la acción fallida. De esta jornada de entrenamiento participan
líderes de movimientos sociales, organizaciones de base del chavismo, personas
de todas las edades, para quienes es la primera vez que agarran un fusil o aprenden
técnicas de reconocimiento de territorio. Nadie les ha obligado a venir: son
gente humilde, de las barriadas organizadas, del esfuerzo de cada día que se ha
transformado en batalla por el gas, los precios o el transporte.
El
entrenamiento cuenta de varias partes, como aprender a realizar cartografías
del barrio, movilizarse con armas, técnicas de salud, de evacuación, defensa
personal, ejercicios físicos. Los instructores son integrantes de la Milicia
Bolivariana, el cuerpo conformado por más de dos millones y medio de hombres y
mujeres, parte vertebral de la llamada doctrina de defensa integral de la
nación. Al frente de la conducción política del plan de formación está la
dirección del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv).
“Caracas
es una ciudad de paz, una ciudad de vida, y vamos a defenderla con la
organización de nuestro pueblo, la unión cívico-militar, y con la preparación e
inteligencia que estamos desarrollando en este esfuerzo de formación integral”,
explica la alcaldesa del municipio libertador de Caracas, Erika Farías, miembro
de la dirección del Psuv y del Frente Francisco de Miranda.
El
trabajo de formación abarca varios actores: el Psuv, los partidos aliados, los
movimientos sociales, comunales, los integrantes de la Asamblea Nacional
Constituyente. Los objetivos son tres. En primer lugar, la organización de la
defensa a través del diseño y ejecución de un plan de manera unificada entre
los diferentes actores, de manera a conformar un núcleo en cada territorio. En
segundo lugar, los ejercicios como tal. En tercer lugar, el esfuerzo
productivo, donde el objetivo es que cada una de las veintidós parroquias
cuente con un centro de entrenamiento y producción de alimentos.
“Todos
los venezolanos tenemos corresponsabilidad en la defensa de la patria, está
escrito en el artículo 326 de la Constitución. No es solamente una cuestión de
armamento, vamos a crear una cadena logística muy importante, por cada
combatiente que aquí se forme debe haber ocho o nueve personas detrás, debe
continuar la instrucción, en cada territorio deben estar todos los componentes
para la defensa integral”, explica el coronel Boris Iván Berroterán de Jesús,
comandante del área de defensa integral 414 Caricuao.
El
entrenamiento puesto en marcha busca dar respuesta a dos hipótesis principales
de conflicto. La primera ya es conocida, se trata de las acciones que la
derecha ha realizado en el 2013, 2014, 2017 y principios de este año: ataques a
locales del Psuv, de comunas, de centros de salud, infantiles, a dirigentes chavistas,
acciones nocturnas de provocación e intento de caotizar zonas populares. La
derecha ha realizado un trabajo de infiltración y contratación de grupos
armados desde hace varios años, para disputar la cotidianeidad de los
territorios populares y poder desplegarlos en momentos de asalto.
Dos
millones y medio de personas componen el cuerpo de la milicia.
La
segunda hipótesis responde a un escenario que ha sido denunciado por el
gobierno: la posibilidad de que la derecha apele a la estrategia de fuerzas mercenarias
compuestas por diferentes actores, como paramilitares, bandas criminales,
contratistas privadas. En un cuadro de esas características los territorios
caraqueños, sus cerros sobrepoblados en formas de laberintos con escaleras y
platabandas, podrían ser espacios de confrontación irregular. La población
organizada debe estar preparada para reconocer movimientos, saber cómo actuar.
El plan
de formación en Caracas avanza en simultáneo con la apuesta central de
resolución del conflicto planteada por el chavismo desde el mes de enero: el
diálogo para llegar a un acuerdo. Esos intentos se dieron en primer lugar de
manera secreta durante meses y, desde hace dos semanas, se hicieron públicos
por los acercamientos en la capital de Noruega, Oslo.
El
chavismo se ha mostrado unido alrededor de la búsqueda de diálogo, y ha
afirmado que insistirá para llegar a un acuerdo. La oposición en cambio se ha
mostrado dividida al respecto: mientras un sector es parte del intento de
diálogo, como los representantes de Guaidó –direccionados desde Estados Unidos–
y del partido Un Nuevo Tiempo, otro sector ha insistido que ya no existe nada
que hablar ni negociar. El segundo espacio mantiene la tesis de que solo se
saldrá del chavismo a través de una acción de fuerza internacional. Para ese
objetivo trabajan públicamente, por ejemplo, sobre el reingreso ficticio, vía
Asamblea Nacional, de Venezuela al Tratado Interamericano de Asistencia
Recíproca.
El
gobierno norteamericano, por su parte, mantiene la posición pública que sostiene
que toda solución pasa por la salida de Nicolás Maduro, y ha vuelto, a través
de su vicepresidente Mike Pence, ha dar apoyo a Guaidó. La pregunta, que ha
estado desde el inicio de la autoproclamación de Guaidó, es: ¿hasta dónde está
dispuesto a ir Estados Unidos?
Mientras
esos son los debates públicos, ¿qué se prepara a puertas cerradas? La derecha,
dentro del plan y financiamiento norteamericano, ya ha realizado acciones
violentas los días alrededor de la autoproclamación de Guaidó, intentó el
ingreso por la fuerza desde Colombia el 23 de febrero, desplegó ataques sobre
el sistema eléctrico, intentó la acción político-militar el 30 de abril en la
madrugada. ¿Qué viene si no están aún dispuestos a acordar en Oslo un proceso
que no implique la salida Maduro? El chavismo trabaja sobre todos los posibles
escenarios. Caracas es el epicentro de poder que busca asaltar el golpismo, y
se prepara, en consecuencia, en trinchera.
(do
jornal argentino Página/12)
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