(Foto: reproduzida de Nodal) |
Por Aram Aharonian (*) – do portal
Nodal – Notícias da América Latina e
Caribe, de 06/03/2019 (parte final do artigo A seis años de la muerte de
Chávez, dos minutos de reflexión – o título acima é deste blog)
Su muerte significó mucho dolor,
inmenso dolor de todo un pueblo desolado en las calles. ¿Quién, chavista o
escuálido (antichavista) podía imaginarse hace seis años a Venezuela sin
Chávez, a Latinoamérica sin él? Y sin Lula, sin Néstor Kirchner, promotores
junto a él del “ALCa-rajo” que enterró la pretensión libre comercial
estadounidense, al pensamiento bolivariano que da sustento a lo que denominó
Socialismo del Siglo XXI.
Chávez comprendió la necesidad de
crear un símbolo ideológico propio. Y Chávez lo pensó basado en un Estado
eficaz, que regule, impulse, promueva, el proceso económico; la necesidad de un
mercado, pero que sea sano y no monopolizado ni oligopolizado y, el hombre, el
ser humano. En su propuesta de ruptura con el capitalismo hegemónico, apareció
un modelo humanista con bases marxistas, en la necesidad de construcción de un
modelo ideológico propio, de verse con ojos venezolanos y latinoamericanos.
“La democracia (formal) es como
un mango, si estuviese verde hubiese madurado. Pero está podrida y lo que hay
que hacer es tomarlo como semilla, que tiene el germen de la vida, sembrarla y
entonces abonarla para que crezca una nueva planta y una nueva situación, en
una Venezuela distinta”, solía decir. Y puso en marcha su revolución pacífica
hacia el socialismo, camino que trazó desde Porto Alegre, en uno de los Foros
Sociales en los que participó, junto a los movimientos sociales.
Sobrevivió al golpe de 2002,
cuando el pueblo en la calle exigió el retorno de su presidente constitucional.
Sobrevivió al sabotaje petrolero y paro patronal de 62 días. El cáncer –propio,
inducido- terminó con su vida cuando iba a comenzar un nuevo mandato, y dio
inicio al mito. El soñador, a veces ingenuo, perdonavidas, el guerrero, el que
siempre quiso ser beisbolista, que sufrió también la soledad del poder, supo
combinar el pensamiento político e ideológico con lo pragmático.
A seis años de su muerte y el
comienzo del mito, la imagen de sus ‘ojos’ no deja de esparcirse por Venezuela.
El ícono chavista ha sido borrado del edificio de la Asamblea Nacional por la
dirigencia opositora, pero éste sigue apareciendo en cada barrio de todo el
país, en el campo, en las camisetas de los jóvenes y los viejos, acompañando
sus anhelos, sus esperanzas, su fe. . “Hay golpes en la vida, tan fuertes… ¡Yo
no sé!”, diría César Vallejo.
Recordando a Hugo Chávez, los
venezolanos tratan de retomar el camino de la lucha, de la esperanza, de darle
poder a los pobres, de la integración, de la unidad… de la esperanza y del
futuro común, peses a los denodados intentos de Washington y sus cómplices,
latinoamericanos y europeos, de impedirlo, y la ineficiencia e ineficacia de
sus sucesores en solucionar la grave crisis económico-social, en buena parte
producida por las sanciones, pirateo de fondos, embargos de EEUU y la Unión
Europea.
Chávez ha muerto, el chavismo
sigue aquí, en Venezuela y Latinoamérica y el Caribe.
(*)
Periodista y comunicólogo uruguayo. Magíster en Integración. Fundador de
Telesur. Preside la Fundación para la Integración Latinoamericana (FILA) y
dirige el Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico
(CLAE, www.estrategia.la).
Para ler todo o artigo:
https://www.nodal.am/2019/03/a-seis-anos-de-la-muerte-de-chavez-dos-minutos-de-reflexion-por-aram-aharonian/
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https://www.nodal.am/2019/03/a-seis-anos-de-la-muerte-de-chavez-dos-minutos-de-reflexion-por-aram-aharonian/
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