James Clapper, militar reformado e chefe da Inteligência do governo de Obama (Foto: EFE/Página/12) |
A
diplomacia e a segurança nacional não transitam o mesmo caminho nas relações
entre os Estados Unidos e Cuba: James Clapper, o chefe da Inteligência estadunidense,
definiu o governo cubano como uma “ameaça”. De Havana advertem que a Rádio
Martí – a emissora que desde 1983 hostiliza a ilha a partir de Miami – poderia
ser privatizada.
(O Brasil
também é citado como uma “ameaça”, depois da Rússia, China, Irã, Cuba, México e Venezuela)
La
diplomacia y la seguridad nacional no transitan el mismo camino en las
relaciones de nuevo tipo que han encarado Cuba y Estados Unidos. Desde julio y
agosto de 2015, cuando reabrieron sus embajadas respectivamente, eso quedó a la
vista. Señales claras de una histórica desconfianza dejaron su marca en los
últimos días. En Washington, James Clapper, el jefe de la Inteligencia de
EE.UU. definió al gobierno de Raúl Castro como una “amenaza”, solo por debajo
de China y Rusia, cuando presentó su informe ante la Comisión de Asuntos
Militares del Senado. Desde la Universidad de La Habana, la académica Olga Rosa
González, una especialista en Comunicación, denunció que Radio Martí – la
propaladora que desde 1983 hostiga a la isla desde Miami – podría privatizarse,
en una operación de maquillaje para seguir con la misma línea, pero legitimada.
¿Cómo? Ya no pertenecería a la Oficina de Transmisiones a Cuba (OCB), el
gobierno de Obama la sacaría de la órbita federal y no podría hablarse de una
campaña financiada desde el Estado.
La exposición de Clapper en el Senado endulzó (adoçou)
los oídos de la mayoría republicana en esa Cámara y fue reproducida por casi
todos los medios. Militar retirado y director de Inteligencia Nacional, el
hombre de confianza de Obama en este tema desde 2010, dijo que “Rusia y China
representan la mayor amenaza, seguidos por Irán y Cuba, a menor escala”. Sin
inmutarse, se justificó en que la isla “sigue siendo una amenaza crítica de
contrainteligencia”. El informe del funcionario también contenía los nombres de
tres países más de Latinoamérica devenidos en “amenazas” por diferentes
razones: México, Venezuela y Brasil.
A guerra
midiática dos EUA contra Cuba continua
Desde La Habana no hubo una respuesta oficial a
estos conceptos de Clapper. Tampoco a otros como que “los líderes cubanos seguirán
concentrados en preservar el control político, mientras se preparan para una
probable transición presidencial en 2018”. Pero sí se difundieron informaciones
sobre cómo Estados Unidos planea seguir con sus intervenciones mediáticas sobre
la isla por otros medios. En Cuba Debate, un portal de noticias no
gubernamental donde escriben desde Ignacio Ramonet a Paul Krugman y Frei Betto,
acaba de publicarse La guerra mediática de EE.UU. contra Cuba continúa.
En una entrevista, la investigadora del Centro de
Estudios Hemisféricos y sobre Estados Unidos (Cehseu), de la Universidad de La
Habana, Olga Rosa González, dice sobre la presunta privatización de Radio
Martí: “Esta diferencia entre una entidad federal y una no federal vinculada al
mundo de las transmisiones es muy importante para Cuba porque, de convertirse
en una entidad no federal, la OCB no sólo se dedicaría a la simple transmisión
de información sino que, como he dicho en otras ocasiones, podría contratar a
‘periodistas independientes’ que ya no serían pagados oficialmente por el
gobierno estadounidense sino por una entidad privada. Así, la información sería
más creíble para cualquier audiencia”.
Sea cual fuere la medida que adopte la Casa Blanca
–privatizar los medios anticastristas o sacar del área federal a la OCB–
González dice que a Radio Martí “la mantienen porque a pesar de no haber sido
efectiva no cejan en su interés por subvertir el orden interno en Cuba,
destruir a la revolución y mantener sus compromisos con la contrarrevolución.
Lo único que persiguen los cambios por los que abogan es emplear un nuevo
método, nada más”.
Que Clapper haya cuestionado al gobierno de Raúl
Castro a pesar de los nuevos vínculos diplomáticos se debe, según él, a que la
inteligencia cubana “continúa viendo a Estados Unidos como una amenaza
primaria”. Además dijo que “Rusia continúa involucrándose con Cuba, Nicaragua y
Venezuela, y probablemente quiera acceso de las fuerzas militares rusas a
puertos y aeropuertos en estos países”.
El próximo 16 de abril se realizará en la isla el
VII Congreso del Partido Comunista de Cuba, un evento clave para el futuro del
gobierno. Basándose en este acontecimiento, donde Fidel Castro será el delegado
de mayor edad a sus 89 años, Raúl Antonio Capote, un ex doble agente
cubano-estadounidense, volvió a comentar que se prepara un operativo
desestabilizador en la isla.
Escritor y profesor de la Universidad de Pedagogía
en La Habana, puso en evidencia en 2011 el plan que ahora denuncia de nuevo:
“2016 es el año previsto por la CIA para cuajar el Proyecto Génesis. Un mes
antes del Congreso del PCC debería salir a la luz pública una organización no
gubernamental, integrada por estudiantes universitarios, académicos,
intelectuales y artistas vinculados a las universidades y centros culturales más
importantes de la capital del país. Génesis debería presentarse como proyecto
alternativo, adelantarse, crear confusión, dividir, romper la unidad” escribió
el jueves (quinta-feira) pasado en Cuba Debate.
De las afirmaciones de los funcionarios o
especialistas en Inteligencia de los dos países, se desprende que la diplomacia
va por un camino en apariencia distinto mientras perdura este hostigamiento de
EE.UU. Clapper lo hizo evidente con su informe al Senado: “Cuba sigue siendo
una amenaza crítica de contrainteligencia”, dijo. Desde La Habana, responden
que pese a los bajos niveles de audiencia de Radio Martí en la isla (menos de
un 2 por ciento, según datos del propio gobierno estadounidense hasta el 2008)
la OCB recibió del Congreso de EE.UU. desde que se creó unos 770 millones de
dólares. De aquella suma, al organismo que controla Radio y TV Martí van a
parar 27 millones de dólares anuales, según fuentes cubanas.
González dice que si la Oficina de Transmisiones a
Cuba estuviera fuera del gobierno “una OCB no federal podría firmar acuerdos
con varios medios de la región que, a su vez, reproducirían una visión sobre
Cuba que no sería muy diferente a la que dan hoy en día, pero sin temores de
estar trabajando, oficialmente, para el gobierno estadounidense”.
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