(Foto: Sandra Cartasso/Página/12) |
Os
militantes enfrentamos um grande desafio: combinar a resistência com a proposta
concreta para defender as conquistas obtidas e continuar avançando; consolidar as
organizações militantes e, ao mesmo tempo, promover o debate, a abertura e ampliar
a organização democrática do movimento popular; afiançar nossa identidade
política e liderança articulando com outras identidades que, mantendo sua própria
perspectiva, concordam em frear a ofensiva neoliberal.
Por Daniel Filmus (*) – reproduzido do
jornal argentino Página/12, edição
impressa de hoje, dia 7
Transcorridos
os primeiros dias do novo governo, duas questões parecem ser evidentes. A primeira
delas é que os que assumiram a condução do Estado mostraram sua vontade de
utilizá-lo para favorecer os setores que historicamente concentraram o poder e a
riqueza em nosso país. A segunda é que o kirchnerismo, sob a liderança de
Cristina Kirchner, manteve uma grande capacidade de mobilização e encabeçou as
principais manifestações em resposta às políticas oficiais.
A respeito da primeira das evidências, se bem não
causaram surpresa as medidas adotadas pelo governo de Mauricio Macri, mas sim a
crueza e o nível de revanchismo com que foram implementadas. Em muitos casos sua
legalidade e constitucionalidade foram questionadas até por seus próprios
aliados políticos. O governo priorizou a vontade de mostrar uma alta capacidade
de decisão no sentido de respaldar os setores que o acompanharam no seu acesso
ao poder atropelando o respeito às formas republicanas que pregou durante a
campanha. Suas primeiras medidas foram dirigidas a reparar aos que haviam sido
fortemente questionados na década anterior: os que monopolizam a renda agropecuária,
os monopólios dos meios de comunicação, a corporação judicial e aqueles que
esperam um realinhamento internacional com os poderes hegemônicos. A repressão
aos trabalhadores de Cresta Roja também esteve dirigida em forma de advertência
e mostrando a mesma decisão para frear os protestos sociais.
Continua em espanhol, com traduções pontuais:
Sin embargo, esta es sólo una de las facetas que
mostró el gobierno de Macri durante los primeros días. Al mismo tiempo que tomó
estas medidas contra los sectores populares, dio muestras de querer dar una
batalla cultural hacia los sectores medios y alejarse de la impronta (e se
distanciar do carimbo) de representar una derecha fascista. Cualquier mirada (Qualquer
análise) sobre las designaciones realizadas en áreas de gobierno sensibles para
la cultura de la clase media urbana muestra una estrategia destinada a combinar
las medidas de ajuste y concentración de la riqueza y el poder, con la
seducción de un lenguaje que combina lo tecnocrático con lo plural y hasta lo
aparentemente progresista. En esta dirección, la cooptación de funcionarios que
hasta hace poco integraban el kirchnerismo juega un importante papel en
consolidar una imagen de pluralismo que pretende legitimar al nuevo modelo. El
objetivo es aislar (é isolar) al kirchnerismo culpándolo de ser el causante de
las medidas regresivas y concentradoras que en lo económico tiene que tomar el
nuevo gobierno. Al mismo tiempo, salir a disputarle desde los medios de
comunicación y los ámbitos científicos, académicos y culturales las
construcciones colectivas de sentido que en estas áreas se consolidaron en los
últimos 12 años.
Respecto de la segunda de las evidencias, la
movilización del 9 de diciembre mostró el grado (o grau) de adhesión que el
proyecto, y en particular el liderazgo (a liderança) de Cristina, mantienen en
un gran sector de la sociedad. Las plazas repletas que florecieron en los
últimos días reafirman tanto esta adhesión como la capacidad de demostrarla en
el escenario público. Sin embargo, si estas acciones no son acompañadas de
estrategias que impliquen una mayor apertura, transversalidad y reinserción de
la militancia y de los dirigentes en las organizaciones gremiales (sindicais) y
sociales y el movimiento popular, corren el riesgo de agotarse en sí mismas
(correm o risco de esgotar-se em si mesmas). Frenar (Frear) las medidas reaccionarias
de Macri y reconstruir la mayoría que necesitamos para recuperar el gobierno
exige que retomemos la idea de transversalidad que nos marcara Néstor en mayo
del 2003. Esta perspectiva de agrupar a todos los sectores nacionales,
populares y progresistas en torno a un proyecto común, permitió construir las
holgadas (as folgadas) mayorías con las que Cristina ganó elecciones
presidenciales partiendo del 22 por ciento inicial (Néstor Kirchner acabou
eleito presidente com os 22% de votos que conseguiu no primeiro turno, porque
Carlos Menem desistiu de disputar o segundo turno). También implica retomar la
tradición frentista que históricamente llevó adelante el peronismo.
Es necesario capitalizar el aprendizaje que
significó la aparición de los movimientos espontáneos y autoconvocados que
jugaron un papel fundamental en el tramo final de la campaña y significaron un
vendaval de aire fresco para la política, pero que también se pueden leer como
un llamado de atención hacia los dirigentes y la militancia del Frente para la
Victoria (coalizão eleitoral e parlamentar do kirchnerismo). Cientos de miles (Centenas
de milhares) de argentinos salieron a la calle (à rua), visitaron los hogares (casas,
lares) y hablaron con sus vecinos y amigos sin nuestras clásicas banderas y
consignas. Tratando de hablar y, más importante aún, escuchar a los
interlocutores desde otro lado. Tratando de entender por qué una parte de la
población iba a votar en contra de sus propios intereses y planteando (e
apresentando) desde el lenguaje cotidiano los peligros del triunfo de Macri y
la necesidad de la victoria de Daniel Scioli para continuar la dirección de los
cambios logrados (das mudanças obtidas) en la última década.
Sabemos que tenemos una fuerza política organizada
y poderosa, con una capacidad de movilización enorme. Pero nuestra organización
por sí misma no va a ser suficiente para frenar las políticas neoliberales de
Macri ni para reconstruir la mayoría electoral. Si respondemos solos, por más
capacidad de convocatoria (de mobilização) que demostremos, facilitaremos la
tarea de aislamiento (isolamento) y estigmatización a la que pretende
someternos el gobierno. Los casos en los que en estos primeros días el macrismo
tuvo que dar marcha atrás son un claro ejemplo de la necesidad de incluir a
otros sectores en la resistencia. Fue el conjunto de la comunidad universitaria
el que se opuso a la designación de Juan Cruz Avila y logró su renuncia
anticipada. La declaración de Charly García fue fundamental para que no
asumiera Carlos Manfroni en el área de seguridad. La actitud de otros bloques
parlamentarios de la oposición fue determinante para frenar las designaciones
en la Corte Suprema. Fueron los trabajadores de Cresta Roja los que con su
movilización abrieron la posibilidad del diálogo.
La sofisticación de la estrategia del macrismo a la
que hicimos (à qual fizemos) referencia anteriormente exige que también nuestra
respuesta sea más compleja.
Una fotografía del comportamiento social de los
últimos días seguramente nos mostraría que los núcleos duros del oficialismo (do
governismo) y la oposición se han sentido fortalecidos en sus convicciones en
esta primera etapa del nuevo gobierno, ya que las medidas adoptadas responden a
sus expectativas previas. Pero la voluntad del macrismo de consolidar a su
favor al sector que lo acompañó con su voto desde una perspectiva “light” e
inclusive de atraer votantes de Scioli, nos coloca en la necesidad de
desarrollar (desenvolver) estrategias específicas para acercarnos a estos (para
nos aproximar destes) grupos. Como la experiencia histórica nos muestra, estos
son los sectores que inclinan la balanza a la hora de construir las mayorías.
No podemos caer en el facilismo de creer que se nos sumarán automáticamente en
rechazo a las medidas del gobierno. La desigualdad de recursos disponibles en
el campo comunicacional exigirá una enorme creatividad de nuestra parte para
dar esta batalla.
De ninguna manera se trata de desvalorizar el
trabajo de las organizaciones militantes. Su papel fue y será imprescindible.
Pero sin lugar a dudas (Mas sem dúvida) el desafío es, a partir de continuar y
profundizar el trabajo unitario de todas estas organizaciones, enraizar más aún
su papel en el movimiento social y comunitario y principalmente en el universo
sindical. Ya no será posible llegar con nuestras perspectivas políticas a estos
grupos con la acción desde el Estado. A cada intento de aislamiento (A cada
tentativa de isolamento) y tentación de sectarismo hay que responderle con un
esfuerzo mayor de apertura política, con una renovada voluntad de ir a buscar a
los que no piensan como nosotros pero tienen las mismas preocupaciones y
demandas, principalmente de recuperar a quienes tuvimos a nuestro lado pero que
en esta ocasión votaron equivocadamente.
En síntesis, los militantes enfrentamos un gran
desafío: combinar la resistencia con la propuesta concreta para defender las
conquistas logradas y seguir avanzando; consolidar las organizaciones
militantes y, al mismo tiempo, promover el debate, la apertura y ensanchar (ampliar)
la organización democrática del movimiento popular; afianzar nuestra identidad
política y liderazgo (e liderança) articulando con otras identidades que,
manteniendo su propia perspectiva, coincidan en frenar (concordam em frear) la
ofensiva neoliberal.
La consigna “volveremos” (voltaremos) no puede
quedar sólo como una retórica sobre un retorno a lo que orgullosamente
construimos en la última década. Para ser exitosa debe incluir la dimensión de
futuro: “hacia dónde vamos” (para onde vamos). Con qué propuestas, cómo y con
quiénes (e com quem) recuperaremos la mayoría que nos permita atender las
asignaturas pendientes (as pendências, as demandas, os assuntos pendentes) que
exige un país donde la soberanía, el desarrollo (o desenvolvimento), la
dignidad del pueblo y la justicia social sean una realidad.
Sólo así podremos transformar la bronca (a raiva) en
esperanza.
(*)
Parlamentario del Mercosur. Frente para la Victoria (coalizão eleitoral e
parlamentar do kirchnerismo).
Tradução (parcial): Jadson Oliveira
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