COLÔMBIA RUMO À PAZ: CONSELHO DE SEGURANÇA DA ONU APROVA MISSÃO PARA SUPERVISIONAR O FIM DO CONFLITO
(Foto: Nodal) |
Humberto de la Calle, chefe da negociação do
governo: “Há uma discrepância com as Farc, que insistem no tema da constituinte,
nós (queremos) o plebiscito, mas sobretudo eu quero destacar o grande valor
democrático de que as duas partes tenham decidido que sejam os colombianos que
darão a última palavra”.
Do portal
Nodal – Notícias da América Latina e
Caribe, de 26/01/2016 (em espanhol, com traduções pontuais)
Por
unanimidad, los 15 países miembros del Consejo de Seguridad de las Naciones
Unidas aceptaron la misión, encargada por la mesa de diálogos de La Habana
(Cuba), de coordinar un mecanismo tripartito que verifique y monitoree el cese
del fuego (o cessar-fogo) bilateral y definitivo y de hostilidades, así como la
dejación (o abandono) de las armas por parte de la guerrilla.
La
noticia reviste importancia trascendental para el proceso de paz entre el
Gobierno y las Farc, ya que constituye un firme respaldo internacional a las
negociaciones que buscan poner fin al conflicto colombiano. El presidente Juan
Manuel Santos agradeció este espaldarazo (este respaldo) a la ONU y a la
comunidad internacional. “Ya no vamos solos hacia el fin de esta guerra”,
afirmó, e invitó (convidou) a dejar atrás los odios del pasado y que unidos
saquemos adelante la paz. Anunció, además, que participará, en Quito, en la
Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (Celac), “para
formalizar su contribución en esta misión especial”. En ese escenario, la
oficina (o escritório) del portavoz del Secretario General de la ONU para
Colombia, le solicitó al Secretario General Adjunto para Asuntos Políticos,
Jeffrey Feltman, que inicie conversaciones con los miembros del organismo
regional en torno a sus contribuciones a la misión.
La
resolución (2261 de 2016) establece que la misión política que participará en
el proceso tendrá un período de 12 meses, como componente internacional y
coordinador del mencionado mecanismo tripartito. Estará encabezada por un
representante especial del secretario general de las Naciones Unidas e iniciará
los preparativos de inmediato, incluso sobre el terreno. Se espera que en el
menor tiempo posible presente (apresente) las “recomendaciones detalladas al
Consejo de Seguridad, para su examen y aprobación, en relación con el tamaño y
los aspectos operacionales y el mandato de la misión”.
Del
documento se desprende que, una vez firmado el acuerdo de cese del fuego entre
el Gobierno y las Farc, la misión iniciará su trabajo 30 días después. La ONU
espera que la Celac defina su colaboración y el Consejo de Seguridad le
solicitó también al secretario general que le informe sobre el cumplimiento del
mandato de la misión “cada 90 días a partir del comienzo de sus actividades de
vigilancia y verificación (supervisão, acompanhamento), y después de la
terminación de la misión”. Asimismo, queda (fica) abierta la posibilidad de
prorrogarla a petición conjunta del Gobierno de Colombia y las Farc.
Precisamente,
al tiempo que los países miembros del Consejo de Seguridad discutían la
aceptación de la misión encargada por las partes, el jefe negociador del
Ejecutivo, Humberto de la Calle, reveló algunos detalles respecto a la manera
como operará dicho proceso. “Es una misión política, sin armas, sin cascos (capacetes)
azules, es una misión que implica un enorme despliegue (deslocamento) humano en
Colombia, con unos costos elevados que serán asumidos por la ONU. Ahora, este
es un problema donde las capacidades concretas de Naciones Unidas en el terreno
dictarán la última palabra en términos de sitios donde se ubicará (em termos de
locais onde se localizará) la guerrilla y la dejación (e o abandono) de las
armas”, expresó De la Calle.
En este
sentido, enfatizó que las zonas de concentración de la guerrilla serán
acordadas con el Gobierno, teniendo en cuenta los lineamientos (os critérios) de
la ONU. “Es un impulso enorme, no sólo a la eficacia de las conversaciones,
sino que es un golpe de realismo. De aquí en adelante cesa la retórica”,
expresó De la Calle.
Y agregó:
“Lo que está claro es que no habrá (não haverá) armas en manos de las Farc y
que el garante (o fiador) frente a la comunidad internacional y nacional es
Naciones Unidas, y eso es un hito fundamental para lo que sigue. El cese del
fuego y de hostilidades, bilateral y definitivo, implica en manos de ese
componente internacional garantías para las Farc y para la sociedad
colombiana”.
De la
Calle explicó que esta resolución funciona como una escalera eléctrica (escada
rolante), en donde es difícil devolverse y que quien se quiera bajar (sair,
desistir), tendrá que lanzarse por la barandilla (grade de proteção) y pagar el
enorme precio político. Sin embargo, se abstuvo de calificar este paso como el
de la irreversabilidad del proceso de paz en La Habana. De otro lado, el
negociador del Gobierno refirió que los términos del cese (cessar-fogo) bilateral,
de la concentración de la guerrilla y de la refrendación (referendo, plebiscito)
de los acuerdos están aún en discusión.
Al
respecto, agregó: “El siguiente paso es el de la refrendación (referendo da
população). El Gobierno tomó la decisión de convocar a un plebiscito y de
establecer un sistema que permita en el Congreso dictar leyes con enorme
eficacia y un cúmulo de facultades (e um acúmulo de poderes) en cabeza del
presidente para la implementación precoz de los acuerdos. Hay una discrepancia
con las Farc, que insisten en el tema de la constituyente, nosotros en el
plebiscito, pero sobre todo yo quisiera valorar el gran valor democrático de
que las partes hayan (tenham) decidido que sean los colombianos los que dirán
la última palabra”.
Finalmente,
De la Calle enfatizó que el tema de zonas de ubicación (de localização) de las
Farc está en discusión y que cuando se habla de ocho (8) zonas, como han dicho
algunos médios (meios de comunicação), se refiere a las zonas de presencia en
las cabeceras de la delegación tripartita encabezada por Naciones Unidas. El 2
de febrero el equipo negociador regresará a La Habana para retomar su trabajo a
partir de la creación de una comisión ejecutiva –anunciada el viernes (sexta-feira)
passado – en que tendrán (terão) asiento cuatro personas, encargadas de tomar
decisiones y coordinar una serie de subcomisiones: la de fin del conflicto, la
de género, de cárceles o (ou) de refrendación.
(De El Espectador)
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