“Autoconvocados” em campanha durante concentração no Obelisco, centro de Buenos Aires (Foto: Blog de Atilio Boron) |
Apesar do que dizem os representantes da direita,
reina a incerteza. Numa gigantesca operação midiática estão tratando de dar
Macri como vencedor, mas nenhum dado seguro endossa esse prognóstico. A sorte
está lançada.
As classes dominantes e o império sabem muito bem
que uma Argentina totalmente controlada pela direita radical seria um potente
aríete para desbaratar os processos de integração supranacional em curso.
Por Atilio A. Boron (cientista político
argentino) – reproduzido do seu blog (em espanhol)
PERO HAY
ALGO NUEVO: en los últimos días se ha producido una significativa activación
popular, una movilización espontánea de "autoconvocados", surgida de
forma genuina "desde abajo" que contrasta llamativamente con el
inmovilismo de los aparatos del kirchnerismo - llámense La Cámpora, el FPV o
Unidos y Organizados - que se han visto completamente sobrepasados por esa
inédita irrupción ciudadana en los tramos finales de la campaña.
Por lo
visto, las clases populares y las capas medias se revuelven en contra de la
resignación que trasuntan aquellos aparatos y salieron a conquistar votos, uno
a uno, en un desesperado esfuerzo para impedir que los avances sociales,
políticos y culturales registrados en estos doce años sean arrojados por la
borda en medio de la sorprendente pasividad oficial.
Estas
masas de súbito volcadas a la actividad política presienten, con certero
instinto, que un triunfo de la derecha radical sería el inicio de una larga
marcha y que contrariamente a lo que ingenuamente sostienen algunos allegados a
la Casa Rosada, no se le “prestará” el poder a Macri por dos (2) años para
luego sacarlo a puntapiés de la presidencia sino que puede ser el punto de
partida de un largo proceso de restructuración regresiva del capitalismo
argentino, alejando por muchos años la posibilidad de contar con un gobierno
progresista o de izquierda.
Las
clases dominantes y el imperio saben muy bien que una Argentina totalmente
controlada por la derecha radical sería un potente ariete para desbaratar los
procesos de integración supranacional en curso, especialmente la UNASUR y la
CELAC, y para instalar en el sur del continente una apoyatura esencial para
afianzar los planes estadounidenses encaminados a liquidar el chavismo, sofocar
los procesos en curso en Bolivia y Ecuador e inclusive, como en Colombia, Perú
y Chile, autorizar la instalación de alguna base militar norteamericana en
territorio nacional.
Y, en el
terreno doméstico, para imponer el ajuste neoliberal puesto en marcha en los
países considerados como “modelos exitosos” por la propaganda de la derecha,
como México y los tres países sudamericanos nombrados más arriba.
Por eso,
y por muchas razones más, es necesario impedir el triunfo de Macri en el
balotaje.
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