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Mauricio Macri, prefeito de Buenos Aires (direita), e Daniel Scioli, governador da província de Buenos Aires (centro-esquerda, kirchnerismo), vão ao segundo turno em 22/novembro (Foto: Página/12) |
A Argentina não é um país menor na América Latina e
Caribe e o kirchnerismo teve um forte impacto na região, por isso o que está em
jogo em 22 de novembro (dia do segundo turno) é muito mais do que uma disputa
interna. Será o governo argentino o primeiro (dentre os governos progressistas
da região) a deixar o poder pelo voto popular? Que consequências teriam para a
região? Por enquanto é difícil predizê-lo.
Análise
do diretor do portal Nodal – Notícias da
América Latina e Caribe, Pedro Brieger (jornalista argentino) (em espanhol,
com traduções pontuais)
Las
recientes elecciones en la Argentina se inscriben en el debate que existe en la
región sobre la posibilidad de una “restauración conservadora” de la que
advierte el presidente de Ecuador, Rafael Correa, cuando plantea (mostra) que
el objetivo de los sectores que detentaron el (estiveram no) poder por décadas
es frenar (é frear) los procesos de integración progresistas.
Esta ola (onda)
“progresista”, “popular” o (ou) “populista” se desarrolló en América Latina
después de que en febrero de 1999 Hugo Chávez accediera al poder en Venezuela.
Ya entrado el siglo XXI se sumaron movimientos como el kirchnerismo en la
Argentina, el Frente Amplio en Uruguay, el Partido de los Trabajadores liderado
por Lula en Brasil, Evo Morales en Bolivia y el propio Correa en Ecuador.
Estos
movimientos tuvieron diferentes momentos de auge y entusiasmo entre los
sectores más afectados por las políticas neoliberales en su conjunto y lograron
movilizar a millones de personas en apoyo a profundas transformaciones
sociales. Esto fue lo que motivó los embates de la mayoría de los medios de
comunicación y los sectores internos más poderosos que buscaban
desestabilizarlos. Por múltiples motivos estos gobiernos/movimientos se fueron
debilitando, lo que fue aprovechado por los sectores conservadores para retomar
espacios con ayuda de los grandes medios (meios de comunicação) y sus denuncias
- principalmente de corrupción - que fueron minando la credibilidad de varios
referentes (representantes) importantes de estos procesos. Es así que los
sectores opositores lograron triunfos electorales en algunas de las ciudades
más importantes, incluyendo varias capitales.
En
octubre de 2012 numerosos e influyentes medios de comunicación plantearon (previram,
torceram) que Chávez perdería las elecciones frente a Henrique Capriles y que
esto significaría el comienzo del fin de la corriente progresista
latinoamericana. El resultado es conocido y Chávez triunfó por más de 10
puntos. Dos (2) años después, antes de las elecciones en el Uruguay Álvaro
Vargas Llosa incluso se atrevió a vaticinar la derrota del Frente Amplio (lo
que tampoco sucedió) y que “las consecuencias de la salida del poder de la izquierda
frentista serían continentales”.
Esto
quiere decir que hace tiempo que los sectores conservadores vaticinan una
derrota electoral a nivel presidencial de los sectores progresistas, lo que – según
ellos - provocará la caída de uno tras otro (a queda de um após o outro) como
fichas de dominó. Para graficarlo (Como ilustração), muestran que en 2013
Nicolás Maduro triunfó por un estrecho margen, lo mismo que una debilitada
Dilma Rousseff en 2014 en Brasil.
El
desgaste de varios años en el poder, los numerosos escándalos de corrupción que
han aquejado (que enfraqueceram) también a los gobiernos progresistas, la
aplicación de políticas alejadas (distanciadas) de las promesas de campaña - y
a veces en franco contraste con la historia propia - los candidatos y ministros
que no entusiasman, y el abandono de las calles (das ruas) representan un
conjunto de factores que ha debilitado a los gobiernos progresistas. Pero
todavía ninguno dejó (Mas ainda nenhum deixou) el poder por el voto popular.
La
Argentina no es país menor en América Latina y el Caribe y el kirchnerismo ha
tenido (teve) un fuerte impacto en la región, por eso lo que se juega el (por
isso o que está em jogo em) 22 de noviembre es mucho más que contienda interna.
¿Será el gobierno argentino el primero en dejar el poder por el voto popular?
¿Qué implicancias tendría para la región? Por ahora es difícil predecirlo.
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