Scioli antecipa que a presidenta Cristina Kirchner será uma dirigente “para consulta, no caso de ser necessário” (Foto: Bernardino Ávila/Página/12) |
O
candidato presidencial da Frente para a Vitória (do kirchnerismo), Daniel
Scioli, está confiante no triunfo já no primeiro turno, domingo, dia 25: diz
ver nos últimos dias da campanha que as pessoas se inclinam a votar pelos
governistas para manter o que foi conquistado nestes anos. Antecipa um Ministério
dos Direitos Humanos que será dirigido por Guido “Kibo” Carlotto.
Por Nicolás Lantos, do jornal argentino Página/12, edição impressa de hoje, dia
23 (em espanhol)
Con la
voz quebrada por dar hasta cinco discursos por día en este último tramo de la
campaña, una férula en su brazo izquierdo producto de una lesión durante un
partido de Futsal y el rostro con evidencia de pocas horas de sueño, Daniel
Scioli llega al final del la campaña como el Terminator (Exterminador do Futuro) interpretado por Arnold
Schwarzenegger, que no se detiene por las heridas y los golpes que recibe. Con
ese actor nacido en Austria pero cuya carrera política se desarrolló en Estados
Unidos, lo une una historia similar: los dos comenzaron sus carreras en mundos
ajenos a la política y llegaron a gobernar la provincia más importante de sus
países. Pero Scioli está cerca de lograr el anhelo que el ex gobernador de
California nunca pudo: llegar a la Presidencia de la Nación.
A horas del comienzo de la veda electoral, el
candidato del Frente para la Victoria vuelve a recibir a Página/12 en una
pequeña oficina a metros del helipuerto que funciona como una virtual base de
operaciones entre viaje y viaje. Allí contesta las preguntas y da definiciones:
Guido “Kibo” Carlotto, actual secretario de Derechos Humanos de la provincia,
será el ministro de ese área en un eventual gabinete suyo. Respecto a la
presidenta Cristina Kirchner, será una dirigente “de consulta, en caso de ser
necesario”. Además, insistió en que no van a tomarse medidas abruptas porque el
país está “encaminado”, le dijo a este diario, mientras acomodaba su corbata y
mandaba a ir calentando los motores del helicóptero.
–¿Le preocupa llegar al final de la campaña en el
borde del margen de error que puede darle una victoria en primera rueda u
obligarlo a un ballottage?
–Yo llego confiado, con la tranquilidad de que en
estos últimos días está empezando a notarse la voluntad de la gente de ir a
votar a lo confiable, a lo previsible, a lo coherente, a lo conocido, a lo que
le de la tranquilidad de que sobre los avances que ha tenido el país todos
estos años seguir desarrollándolo como hasta ahora. Es lo que veo en los
últimos días ante las contradicciones y las incoherencias de otros candidatos,
que estaban ayer en contra, hoy dicen que están a favor, reorientando sus
campañas en función de lo que dicen los consultores y que ven que no están en
el escenario que ellos pensaban que iba a haber a la hora de votar. Por eso
buscan irrumpir con nuevos temas, como han hecho con estas denuncias de
espionaje. Da la casualidad de que hace cuatro años en la víspera de las
elecciones de Cristina, el mismo diario, la misma tapa.
–¿A qué atribuye ese movimiento del electorado que
dice haber notado en los últimos días?
–A que fue consolidándose la idea de que el Frente
para la Victoria y mi candidatura presidencial es la que le lleva a la gente la
mayor certidumbre. Nosotros somos lo conocido y la gente no tiene ganas de
estar haciendo experimentos. En esta campaña tuve el tiempo y las oportunidades
de desplegar las razones y los motivos por los cuales la gente va a
acompañarme.
–Macri dijo esta semana que no fue a Santa Cruz
porque el país es muy grande...
–Yo di cinco vueltas a la Argentina. ¡Cinco! Y
Karina (Rabolini) debe haber dado otras cinco. Cuando fui secretario de Turismo
estuve hasta en la Antártida. Para mí no hay pueblos chicos, no hay provincias
chicas, son todos importantes. Cada rincón del país tiene algo para
desarrollar. Y ese es mi compromiso con un profundo federalismo.
–¿Por qué no se concretaron las visitas que tenía
previsto a Rusia y China? ¿Tuvo que ver con las críticas durante su viaje a
Italia?
–Se pospuso porque no hubo tiempo físico pero sí
hablé con los embajadores ratificando que todo lo que está en marcha es mi
compromiso continuarlo.
–Todavía no anunció quién será su canciller, ¿cómo
imagina la relación con Estados Unidos y la Unión Europea?
–Yo voy a buscar una agenda positiva con cada país
del mundo. De hecho estuve en la embajada de Estados Unidos. Con cada país
buscaré un punto de interés común que sea positivo para la Argentina. La
relación con la Unión Europea la vamos a encarar desde un Mercosur más
consolidado, como hablé con la presidenta de Brasil la semana pasada.
–¿Cambió la idea que había planteado de tener un
Poder Ejecutivo con más ministerios?
–Yo nunca hablé de cantidad de ministerios. Hablé
de la rejerarquización de algunas áreas, como la Secretaría de Derechos
Humanos, que será un ministerio, y luego de ir readecuando cada sector en su
funcionamiento interno. En base a la nueva agenda que tenemos hacer movimientos
en las estructuras vigentes para optimizarlo. Por ejemplo el tema vivienda, que
quedará incorporado al área de Diego Bossio por su experiencia en el ProCreAr.
–¿El ministro de Derechos Humanos va a ser Kibo
Carlotto?
–Sí, va a ser él. Bueno, todavía no lo hablé con
él. Hay que preguntarle antes de que salga el diario.
–¿Y el canciller?
–Son áreas donde tengo muy claros los lineamientos,
así que no importa tanto el nombre. He recorrido la Argentina para conocer las
realidades de cada provincia y llegar a un compromiso por escrito con cada una
para dejar sentado las cosas que hay que hacer. A partir de allí avanzamos con
la conformación de los equipos a través de la fundación DAR. Y ahora vamos a ir
designando a los responsables de cada sector para llevar las políticas
adelante. Siempre con un espíritu de integrar las distintas áreas, con la
producción, con el Banco de Desarrollo, con el Banco Nación.
–¿Cómo toma lo que se ha dicho sobre la supuesta
falta de dirigentes de La Cámpora en su gabinete?
–Es en el contexto de lo que decían que no me iban
a dar la boleta, que no iba a ser candidato, después decían que me iban a armar
el gabinete, ahora que estamos peleados porque no tienen lugares en el
gabinete. A ver si está claro. No hay dirigentes míos o de Cristina: forman
parte todos del mismo proyecto político. Lo mismo con los legisladores. Esa
historieta. Los ministros van a responder todos al Presidente, obviamente con
todo el respeto y el reconocimiento que va a tener la actual Presidenta de la
Nación cuando deje su despacho, y consulta en caso de ser necesario. Aquí todos
están integrados. Que no quieran generar ninguna división ni cizaña, porque de
ninguna manera es así. Aquí están profundamente integrados todos los sectores
que forman parte del Frente para la Victoria y si lo tengo que ampliar más, lo
voy a ampliar más.
–¿Hacia dónde?
–Hacia radicales del campo nacional y popular que
no se sienten identificados con la alianza conservadora que encarna Mauricio
Macri, socialistas que tienen una visión progresista del rol del Estado.
–¿Cómo toma el apoyo que le dio Francisco de
Narváez?
–De Narváez está en el contexto de lo que muchos
peronistas expresan. Hay muchos peronistas que, ante el escenario, como se está
configurando, con Macri que propone devaluaciones, volver atrás, piensan que
soy la persona que puede unir, mantener lo que haya que mantener, cambiar lo
que haya que cambiar y darle mi propio estilo al gobierno. Por eso me salen a
apoyar.
–¿No tuvo nada que ver la posible designación de su
ex colaborador Gustavo Ferrari como futuro titular de la AFI?
–Nada que ver una cosa con la otra.
–¿Piensa en sumar a José de la Sota?
–Con De la Sota hace muchísimo que no hablo.
–¿Y con Juan Schiaretti?
–Voy a trabajar con Juan Schiaretti codo a codo
para lo mejor de Córdoba, con un programa que firmamos, de infraestructura, de
producción.
–¿Está contento con la campaña que hizo? ¿Le faltó
o le sobró algo?
–No pido ni un día más, ni un día menos. Mi
relación con la gente lleva treinta años, no dos meses. Por eso por el hecho de
estar en campaña no tengo que sobreactuar ni hacer promesas demagógicas.
Sentido común y trabajar al servicio de los argentinos para que el próximo
domingo me den la oportunidad. Sé lo que tengo que hacer y estoy preparado.
Vayan a votar tranquilos, con mucho entusiasmo, en búsqueda de un camino cada
vez mejor porque por este camino lo van a tener. Yo se los garantizo.
–¿Ya tiene pensadas sus primeras medidas si llega
al gobierno?
–Es que esa es la diferencia con otros ciclos
democráticos. Acá no hay que hacer un paquete de medidas revolucionarias.
Vivimos en un país encaminado en el que gradualmente hay que ir abordando. Hoy
no recibimos hiperinflación, ni desocupación, ni una crisis devastadora. Al
contrario.
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