(Foto: Fernando Sandoval/El Telégrafo) |
Entrevista
/ Doris Soliz / Secretária executiva do Movimento Aliança País, principal
partido de sustentação do governo do Equador
A secretária
do partido acredita que o Encontro Latino-americano Progressista (Elap 2015),
que começa hoje, dia 28, conseguiu no ano anterior “acordos políticos” e desta
vez reunirá 70 organizações.
Do jornal
equatoriano El Telégrafo (empresa
pública do governo federal), edição digital de hoje, dia 28 (em espanhol, com
traduções pontuais)
“Democracias
en revolución” es el eje (é o eixo, o lema) que tendrá la segunda edición del
Encuentro Latinoamericano Progresista (Elap) 2015, que reúne en Quito a más de
70 organizaciones de izquierda del mundo. Doris Soliz, secretaria de la
organización, habla sobre la cita (o encontro), a la que por primera vez
llegará una delegación de China. “Europa está mirando con atención lo que pasa
en Latinoamérica, en términos políticos”, sostiene.
¿Qué
diferencia tendrá esta Elap con relación a la primera de 2014?
La
especificidad de Elap es el debate contemporáneo sobre los desafíos, aprendizajes
y retos (e desafios) que tiene la izquierda. El lema de este año es
“Democracias en revolución”. Estamos
construyendo transformaciones profundas dentro de sistemas democráticos, que no
son la vieja democracia, sino una renovación y profundización de la democracia
por el carácter participativo, así como la construcción ciudadana y de
afirmación desde los actores, movimientos sociales y políticos, que son la
columna vertebral de los procesos de cambio (de mudança). Esa es la
especificidad de Bolivia, Venezuela, Ecuador, Argentina y Uruguay, con sus
particularidades. Elap se da en el marco de la presidencia pro témpore de
la Celac que tiene Ecuador y por ello se analizarán temas como justicia social, reducción de la pobreza,
construcción de igualdad de oportunidades, socialismo del siglo XXI e
integración.
¿Qué
papel cumplen las izquierdas en la consolidación de las democracias en
revolución?
Las
organizaciones políticas son la columna vertebral de estos procesos. Son las
que deben liderar el pensamiento programático, por un lado, alimentar
permanentemente el desarrollo (o desenvolvimento) del pensamiento, las ideas de
izquierda, los principios ideológicos y la renovación permanente de estos.
Pero, por otro lado, deben liderar la acción de la militancia, la organización
de los cuadros y aportar a los gobiernos.
Somos los espacios de pensamiento y acción revolucionaria que alimenta los
procesos tanto del gobierno como los parlamentarios.
¿En qué
se diferencia la Elap del Foro de Sao Paulo?
Somos
parte del Foro, que es la organización de los partidos de izquierda
latinoamericanos; mientras (enquanto) que la Elap, si bien no es un espacio
orgánico, es un espacio importante de diálogo y debate.
¿Qué dejó
la Elap 2014?
La Elap
2014 nos dejó acuerdos políticos que hemos llevado a la práctica. Nos vamos a
encontrar con una cita (um encontro) fortalecida. Vienen cerca de 70 partidos,
ya no los 35 de la vez anterior. En la
Elap del año pasado fue interesante la relación con Europa. Estuvo Podemos, de
España; Syriza, de Grecia. Ahora vienen otros partidos. Europa está mirando con
atención lo que pasa en Latinoamérica en términos políticos. Creo que se
consolida una idea de organizaciones políticas más ciudadanas, como instancias
abiertas a las propuestas de la ciudadanía y en ese sentido creo que Elap ha
abierto una vertiente de pensamiento y de coordinación de acciones muy rica.
Esta es
la primera vez que llega China a la Elap. ¿Qué aprendizaje dejará ese modelo de
izquierda?
China
juega un papel importante en el escenario internacional. No hay un afán de
dominación, sino de complementariedad y cooperación con los Estados y los
partidos comunistas y de izquierda. Tenemos una relación de respeto mutuo como
Estado y también a nivel político. Este
año hubo 10 intercambios fructíferos entre el Partido Comunista Chino y PAIS
(Movimento Aliança País), a nivel de gobiernos locales, juventud,
organizaciones políticas. China apoya la construcción del mundo multipolar,
no dominado por una potencia, sino que atiende derechos y requerimientos del
pueblo.
¿Cuál es
la fortaleza que tienen estos movimientos y partidos de izquierda para hacer
frente a los llamados ‘golpes blandos’?
Es muy
importante enfrentar las arremetidas de la restauración conservadora que quiere
volver al pasado de manera colectiva. Creo que esa es una gran lección que nos
dejó el 30 de septiembre de hace 5 años. Fue un factor decisivo el
pronunciamiento inmediato de Unasur para parar en seco los intentos golpistas. Mostramos que hay una Latinoamérica unida,
un bloque regional que no permitirá que en Ecuador se rompa la democracia o se
ataque a nuestro Presidente si hay un golpe de Estado. Ese tipo de amenazas
podremos enfrentarlas con éxito y la unidad de toda Latinoamérica. Lo que pasó en el Ecuador hace 5 años ya se
había aplicado con sus particularidades en el intento de golpe de Estado en
Venezuela, Bolivia, Paraguay, Honduras; en los desgastes y desestabilización
que enfrentaron los gobiernos de Cristina Fernández (Argentina) y Dilma
Rousseff (Brasil); es decir, nos permitió comprender que hay un guión común
en nuestros países, pero que no ocurre coincidencialmente con ningún gobierno
de derecha de la región. Contra los gobiernos progresistas ya no se estilan las
dictaduras militares ni los golpes de Estado donde claramente había
intervención de la CIA, por ejemplo; pero se buscan formas de desestabilización
porque son gobiernos que responden a sus pueblos, que cambian (que mudam) las
relaciones de poder, que pusieron la economía al servicio del pueblo.
¿Cómo las
izquierdas pueden contrarrestar esa arremetida de la derecha que también está
unida?
Es
fundamental la batalla de las ideas. Defendemos un modelo distinto de sociedad,
Estado y democracia. Sin embargo (Entretanto), creo que la derecha no apuesta tanto a fortalecer formaciones de
derecha, sino a través del poder mediático, eso pasa en el Ecuador. No
vemos partidos políticos de derecha que sinceren sus programas de acción, las
propuestas neoliberales. Creo que un
gran problema son los actores mediáticos fungiendo de actores políticos, porque
pretenden vender como verdad una opinión y una acción política.
¿Por qué
resulta complicado para los partidos de izquierda contrarrestar la fuerza
neoliberal?
El
neoliberalismo tiene muchos recursos para expresarse. Se han desmantelado
varios resortes de poder a partir de las propias constituciones. Recordemos que
la Constitución del 98 estaba armada para fortalecer ese concepto de sociedad y
Estado, en donde las leyes estuvieron armadas para el salvataje bancario. Ahora
es necesario un cambio (uma mudança) cultural para entender la importancia de
un Estado sólido, al servicio de los ciudadanos. Ahora vemos seudo (pseudos,
supostos) protestas sociales y acciones de la oposición que se disfrazan de
protestas y atacan la institucionalidad.
Pero los
ciudadanos ahora parecen más activos en política. En este sentido, ¿la unidad
de las izquierdas está sustituyendo la débil conexión que tiene la derecha con
la ciudadanía?
A la
izquierda le interesan ciudadanos conscientes, no alienados o pasivos
(desinformados) que no se interesen en la política. La esencia de las izquierdas es politizar, en el mejor sentido, a los
ciudadanos para que sean actores de su propio destino y del desarrollo de sus
pueblos. Los ecuatorianos ahora creen en la democracia, en el sistema
político, en su presidente, en la institucionalidad. La auténtica izquierda, no
la izquierda extraviada, no trabaja con fanatismos ni dogmas sino con el fluir
de las ideas y trabaja con los sentidos claros.
Sin
embargo (No entanto), hay algunos países en donde la derecha ha alcanzado el
poder. ¿Cuál es el eje que manejará Elap para consolidar las izquierdas en el
poder?
Independientemente
de las banderas políticas de los gobiernos, en todos los países de América
Latina hay una vigorosa presencia de las fuerzas progresistas que también
ejercen el gobierno, incluso a nivel local. El énfasis de la Elap es conectar
precisamente las fuerzas progresistas del país para seguir avanzando dentro del
marco de democracias.
¿Por qué
no participarán grupos que dicen identificarse con la izquierda como Conaie, Pachakutik
o (ou) exlíderes del extinto MPD? (forças políticas consideradas de esquerda
que fazem oposição ao governo de Correa)
Ellos tienen que saldar cuentas
con la izquierda. No se puede ser de
izquierda y trabajar con la derecha. En el análisis político, a través de
la historia, no es la primera vez que hay este tipo de formaciones. Lenin tiene
un texto que se llama El izquierdismo una enfermedad infantil del comunismo,
para caracterizar a estas fuerzas que no permiten avanzar, que se afincan en
posiciones extremas y que terminan favoreciendo consciente o (ou) inconscientemente
a los grupos de poder. Son
autoexcluidos. Los que nuestro canciller (Ricardo Patiño) dice “la izquierda
extraviada”. Ellos tienen una cuenta pendiente con los pueblos y con la
izquierda latinoamericana.
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