QUATRO ANOS DIFÍCEIS PARA O PERU

“Nossos esforços estiveram dirigidos para a recuperação dum país fragmentado”, disse Humala (Foto: AFP/Página/12)
Humala fez um balanço de sua gestão perante o Congresso: o modelo econômico neoliberal, a corrupção e a crescente insegurança cidadã são as principais razões da baixa aprovação do presidente peruano. No ativo do governo estão os programas sociais.
Por Carlos Noriega, de Lima – no jornal argentino Página/12, edição impressa de hoje, dia 29
O presidente Ollanta Humala cumpriu ontem seu quarto e penúltimo ano de governo questionado pelas bases populares que o levaram ao poder, debilitado, com uma aprovação que está apenas entre 15% e 19%, segundo várias pesquisas. O modelo econômico neoliberal, a corrupção e a crescente insegurança cidadã pelo incremento da delinquência são as principais razões da alta desaprovação do presidente Humala.
“Há uma grande frustração frente a alguém que prometeu mudar o país e não o fez. Humala ganhou como um candidato progressista, mas seu governo é de direita, de continuísmo do modelo econômico neoliberal. O governo de Humala é uma tragédia por sua traição às propostas de mudança”, assinalou a Página/12 o sociólogo e analista político Alberto Adrianzén. “Ademais de trair seu programa, Humala tem sido um presidente ineficiente, que não pôde administrar bem o Estado”, arremata Adrianzén. No ativo do governo humalista estão os programas sociais para aliviar a pobreza e os importantes recursos dados a esses programas. E a esse tema o presidente dedicou boa parte de sua mensagem anual perante o Congresso, que durou uma hora e 15 minutos. Humala falou ontem ante um Congresso presidido, pela primeira vez nestes quatro anos, pela oposição, que dois dias antes havia arrebatado a presidência do Poder Legislativo dos governistas, reduzidos pelas dissidências internas. A mensagem presidencial, que careceu de fio político, esteve centrada num longo inventário de cifras e obras.
Continua em espanhol, com traduções pontuais:
“Nuestros esfuerzos han estado dirigidos a la recuperación de un país fragmentado”, comenzó su discurso el presidente Humala. Inmediatamente se extendió en un amplio recuento de datos (num amplo relato de dados) de los programas sociales implementados por su gobierno y en el presupuesto (e no orçamento) destinado a ellos. Al final de su discurso volvió al tema de los programas sociales, la principal bandera de su gobierno. “Nuestro reto ha sido (Nosso desafio foi), y sigue siendo, la inclusión social en un país fragmentado, seguir avanzando en cerrar las brechas de exclusión y desigualdad”, dijo.
Humala destacó los programas sociales como el mayor logro de su gobierno y habló de éxitos en la reducción de las desigualdades y brechas sociales. Sin embargo, se le critica que su política de inclusión social está centrada en planes sociales fundamentalmente asistencialistas y no en cambios (e não em mudanças) estructurales. Diversos analistas señalan que buena parte de la reducción de la pobreza en estos cuatro años, que ha bajado de 30,8 a 22,7 por ciento, se basa (se baseia) en estos programas asistencialistas y la entrega de subsidios económicos, y cuestionan que se mantenga intacto un modelo económico poco redistributivo que refuerza las causas de la exclusión.
El crecimiento económico – basado (baseado) en los altos precios internacionales de los minerales, principal exportación del país con más del 50 por ciento de la canasta exportadora – que en la última década ha oscilado entre 5 y 10 por ciento anual, se ha desacelerado por la caída de los precios de los minerales. En 2014 cayó hasta cerca del 2 por ciento. Este desaceleramiento de la economía, que pone en riesgo el financiamiento de los programas sociales, y cómo enfrentarlo, fue una de las grandes ausencias en el mensaje de Humala.
Otras ausencias significativas en el discurso presidencial fueron temas como la corrupción y la inseguridad ciudadana, dos (2) problemas centrales, sobre los que Humala dijo muy poco y no hizo ningún anuncio para destacar. Obvió mencionar las denuncias de corrupción que golpean a su gobierno, incluyendo a su esposa, Nadine Heredia, investigada por sus ingresos (suas rendas) y gastos poco claros. Tampoco habló de los graves conflictos sociales que ha enfrentado, y sigue enfrentando, su gobierno, y que en estos cuatro años han dejado más de 40 muertos por la represión de las fuerzas de seguridad. Sobre política exterior, el presidente peruano destacó su compromiso central con la Alianza del Pacífico, acuerdo entre Perú, Chile, Colombia y México, que promueve políticas de libre comercio. No hubo más en ese tema. “En su política exterior, como en la política interna, Humala también ha hecho todo lo contrario a lo que ofreció (fez tudo ao contrario do que prometeu). En su programa estaba el fortalecimiento de la integración regional y dejar a la Alianza del Pacífico solamente como una asociación económica no prioritaria, pero, en lugar de eso, ha fortalecido su relación con la Alianza del Pacífico y reiterado su sociedad estratégica con Estados Unidos”, indica Alberto Adrianzén.
“Aunque no esperaba mucho, el mensaje de Humala ha sido decepcionante, no dijo nada de los problemas de fondo”, fue el balance del historiador y analista político Nelson Manrique.

Tradução (parcial): Jadson Oliveira

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