Um contingente do Exército abandona as instalações do Instituto Nacional Eleitoral em Oaxaca (Foto: EFE/Página/12) |
Ocupações,
boicotes, assassinatos e renúncias de candidatos ameaçados: apesar do aumento da
violência, da queda da popularidade do presidente Enrique Peña Nieto e das forças
políticas tradicionais, as pesquisas continuam mostrando como vencedor nas eleições
o governista PRI.
Matéria do jornal argentino Página/12, edição impressa de hoje, dia
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A zero
hora de hoje terminou a campanha para as eleições legislativas e regionais do
domingo em meio a um crescente boicote dos professores e familiares dos 43
estudantes desaparecidos em Guerrero e em vários outros estados com ocupações
de repartições eleitorais e destruição de cédulas de votação, após o último assassinato
de um deputado estadual na capital do México, o último da onda de violência
desatada desde março.
Mesmo com esse aumento da violência que também
provocou o abandono de candidatos ameaçados pelo narcotráfico, a queda da
popularidade do presidente Enrique Peña Nieto e das forças políticas tradicionais,
as pesquisas continuam mostrando como vencedor nas eleições o governista
Partido Revolucionário Institucional (PRI), ainda que também cresce o abstencionismo.
Professores da Coordenação Nacional dos Trabalhadores
da Educação (CNTE) bloquearam ontem o aeroporto internacional de Oaxaca como
parte de suas ações de boicote às eleições. Também na madrugada de ontem um
grupo de choque formado por simpatizantes do centrista PRI e do centro-esquerdista
Partido da Revolução Democrática (PRD), com o apoio de militares, desalojou da
praça central de Tlapa o acampamento de manifestantes do Movimento Popular de
Guerrero (MPG), que atua desde outubro e promove o boicote das eleições e da
justiça no caso dos 43 estudantes desaparecidos.
Continua em espanhol, com
traduções pontuais:
El grupo de choque del PRI
y el PRD incendió vehículos, casas (sedes) de campaña y mobiliario horas
después de que activistas del MPG irrumpieran en la sede del Instituto Nacional
Electoral (INE) en Tlapa, corazón de la montaña de Guerrero y quemaran 116.000
papeletas (cédulas de votação). La plaza fue sitiada por soldados y los
miembros del movimiento de protesta se replegaron (saíram do local) pero
advirtieron que recuperarán el lugar con apoyo de la policía comunitaria.
El lunes (Na segunda-feira)
por la noche fue asesinado en el municipio de Valle de Chalco, estado de
México, el aspirante a diputado local (estadual) Miguel Angel Luna, del PRD,
que se encontraba en su casa de campaña (comitê eleitoral) cuando varios
individuos le dispararon y lo hirieron mortalmente en la cabeza y el tórax, con
lo que suman siete los candidatos asesinados en la campaña electoral.
Pese a que los mensajes del
gobierno mexicano buscan reflejar normalidad, como cuando el secretario de
Gobernación, Miguel Angel Osorio, negó hace unos días que el Ejecutivo se haya
visto rebasado (tenha baixado nas pesquisas) por la violencia y aseguró que el
país “no está en llamas”, los ataques desataron alarmas.
El propio secretario
reconocía que al menos 20 candidatos están recibiendo protección por parte de
las autoridades y admitía la imposibilidad de otorgarla a los miles de
aspirantes que se presentan a los 1996 cargos, incluidos 500 diputados
federales y los gobernadores de nueve (9) estados.
Según expertos se ha
registrado un incremento significativo de la violencia en relación con los
procesos electorales de 2012 y 2009, cuando ya se produjeron algunos asesinatos
de candidatos.
Pese a que los estados
donde más violencia se ha registrado en los últimos meses por la lucha entre
cárteles del narcotráfico son Guerrero, Tamaulipas, Michoacán, Oaxaca y
Jalisco, los eventos trágicos contra candidatos o (ou) sus equipos sucedieron
en los distintos estados del país.
Ya en la precampaña, a
comienzos de marzo, la precandidata del PRD a la alcaldía (prefeitura) del
municipio guerrerense de Ahuacuotzingo, Aidé Nava, fue secuestrada y
decapitada.
Solo unos días después, la
candidata a diputada federal del derechista Partido Acción Nacional (PAN),
Gabriela Pérez Cano, y su asistente sufrieron una agresión en el estado de
Morelos, cuando fueron encañonados (postos sob a mira de armas) y amenazados.
En abril, el candidato a la alcaldía del Partido Social Demócrata (PSD),
Mauricio Lara, del estado de Morelos, fue atacado a balazos y el candidato a
gobernador del partido Movimiento Ciudadano en el estado de Guerrero, Luis
Walton, fue encañonado junto con su equipo de campaña en un municipio de
Chilapa.
El candidato a la alcaldía
del PRI de este municipio, Ulises Fabián, fue asesinado el 1º de mayo por un
grupo armado. El 14 de mayo, Enrique Hernández, candidato a la alcaldía de Yurécuaro
en Michoacán por el Movimiento Regeneración Nacional (Morena) también fue
asesinado y, un día después, moría otro candidato del PRI a regidor en el
municipio de Huimanguillo, en el estado de Tabasco, Héctor López Cruz.
La pasada semana fueron dos
(2) los fallecidos. En Puebla, José Salvador Méndez, asesor de campaña del
candidato priísta a diputado federal, Lorenzo Rivera Sosa. En la Ciudad de
México, Israel Hernández, coordinador de la candidata a diputada local del PRI,
Aida Beltrán, moría en un tiroteo frente a la casa de la aspirante.
En todo este tiempo fueron
muchos los que no aguantaron y se retiraron de la campaña por amenazas del
narcotráfico, como el candidato a diputado federal del Movimiento Ciudadano en
el estado de Sinaloa, Gerardo Brambilla, o (ou) la candidata a la alcaldía de
un municipio de Guerrero de Morena, Valentina Rosendo. Pese a que el Instituto
Nacional Electoral asegura que el país entero está listo (está pronto) para las
elecciones del 7 de junio, los distintos focos de tensión o (ou) de violencia
mantienen vigente la posibilidad de que en algunas zonas no puedan celebrarse o
(ou) hacerlo normalmente.
Tradução
(parcial): Jadson Oliveira
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