Entrevista com Francisco Sierra, diretor do Centro Internacional de Estudos Superiores de Comunicação para América Latina (Ciespal) (Foto: Daniel Molineros/El Telégrafo) |
Francisco
Sierra considera que a regulação trouxe conquistas como abrir espaços a atores
que habitualmente não opinavam sobre a informação, melhorou as condições de
trabalho para os jornalistas e fixou o percentual de 34% do espectro para meios
de comunicação comunitários (33% para meios privados e 33% para meios públicos).
Também assinala as tarefas pendentes que, em alguma medida, são consequência da
‘resistência’ duma área da imprensa e que têm dificultado seu cumprimento.
Neste 25
de junho completam dois anos de vigência da Lei Orgânica de Comunicação (equivalente
à ‘Ley de Medios’, como ficou conhecida a lei argentina). Foi a primeira norma aprovada
pela atual Assembleia Nacional. A partir daí surgiram novos órgãos: a Supercom e
Cordicom.
Do jornal equatoriano El
Telégrafo (empresa pública do governo federal), edição digital de hoje, dia
24 (em espanhol, com traduções pontuais)
Tras (Depois de) 2 años de vigencia de la Ley Orgánica de Comunicación
(LOC), el balance es positivo para el director de Ciespal, Francisco Sierra,
quien considera que la regulación trajo (trouxe) conquistas como abrir espacios
a actores que habitualmente no opinaban sobre la información, mejoró las
condiciones laborales para los periodistas (melhorou as condições de trabalho
para os jornalistas) y fijó el 34% del espectro para medios comunitarios (33%
para meios privados e 33% para meios públicos). También señala las tareas
pendientes que, en alguna medida, son consecuencia de la ‘resistencia’ de un
sector de la prensa y que ha dificultado (e que têm dificultado) su
cumplimiento.
¿Cuáles son los cambios (as
mudanças) que prometía la LOC y que por varios factores aún no se concretan
(ainda não se concretizaram)?
El más importante es el acceso a frecuencias (concessões de rádio e TV),
el 34% del espectro para medios comunitarios significa un cambio (uma mudança) radical
en la estructura de comunicación del país y es una asignatura pendiente (e é um
avanço ainda pendente). Creo que los procesos administrativos para la concesión
de frecuencias deben cambiar (devem mudar) (...) No podemos equipararlos con
medios (meios de comunicação) del Estado, que tienen un aparataje (aparato) legal,
administrativo y recursos económicos, y menos aún pedirles un diseño de plan de
mercado; lo que corresponde a un medio comunitario es un plan de sostenibilidad
desde su inserción en los grupos locales y la diversidad de contenidos. Creo
que el proceso va demasiado lento y hay que tomar decisiones más contundentes
por parte del Ejecutivo para que esas voces vean reconocidos sus derechos.
¿La Ley requiere una
reforma?
Serían más bien reglamentos, porque la ley reconoce el 34% y podrían
establecerse procedimientos que contribuyan a una discriminación en positivo,
es decir (quer dizer), que de algún modo se hagan (se façam) políticas
proactivas para que esos sectores accedan a las frecuencias (...) También
habría que afinar el rol (Também haveria que definir melhor o papel) de la
Superintendencia de la Información (Supercom) y del Consejo de Regulación y
Desarrollo (Desenvolvimento) de la Información y Comunicación (Cordicom) en
cuanto a las funciones y prerrogativas que tiene cada uno. Creo que tampoco
está muy claro el papel de los medios públicos, que tienen una labor central.
Una ley podría desarrollar (poderia desenvolver) el papel y estatutos de los
medios públicos para garantizar su autonomía, independencia, sostenibilidad
económica y que cumplan servicios públicos básicos (telemedicina, gobierno
electrónico, televisión a la carta, televisión educativa y cultural).
¿Cómo evalúa entonces (avalia
então) la gestión del Cordicom y la Supercom?
Si hacemos (Se fazemos) el análisis desde la opinión pública hay un
problema si la gente cree (acredita) que la LOC, en la praxis, se traduce en
sanción por la mala praxis de los medios. Es un problema porque la LOC es mucho
más: es participación ciudadana, desarrollo (desenvolvimento) de políticas de
contenidos, regulación para el acceso de sectores antes excluidos del espectro
radioeléctrico (…) Otra cosa es que la justificación, análisis y deliberación
pública deban ir acompañados de mayor pedagogía política, tanto de los
profesionales como las empresas periodísticas (jornalísticas), que a veces han
recibido estos llamados de atención como agresiones cuando es lo justo si un
medio es sexista, xenófobo, racista o (ou) vulnera principios
deontológicos (...) Esa pedagogía también falta por parte de la Supercom porque
a veces los análisis requieren mayor rigor científico y académico.
¿Quizá esa falta de
pedagogía la aprovechan quienes califican a la LOC como una ‘ley mordaza’?
Como académico puedo decir que uno no aprende si no tiene la voluntad de
hacerlo (de fazê-lo). Lo digo porque para algunos medios y profesionales, la
LOC, antes de ser sancionada en la Asamblea, ya era una “ley mordaza”. No hubo (Não
houve) la voluntad de interlocución porque están anclados en una mentalidad
decimonónica (del siglo XIX) en el que libertad de prensa es que no haya
regulación. En este siglo hay que regular derechos porque es la única garantía
de que se cumplan. Toda ley es perfectible (Toda lei pode ser aperfeiçoada),
lógicamente, pero las críticas muchas veces se dan por el papel opositor que
tiene la prensa en Ecuador, Argentina o (ou) Brasil.
¿Cree que la LOC fue
asumida por los periodistas (pelos jornalistas), particularmente cuando algunos
medios se han declarado en resistencia?
Han estado (Estiveram) siempre en resistencia
y no hay posibilidad de pedagogía con sectores que no quieren aprender. La
voluntad de ciertos medios y grupos de poder es negar que la LOC es una
conquista democrática para Ecuador (...) Creo que lamentablemente las
Facultades – hablo como académico - no hemos enseñado (não ensinamos) a los
futuros profesionales que hay políticas, que hay derecho a la comunicación y
que hay regulaciones.
Tradução
(parcial): Jadson Oliveira
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