Michelle Bachelet junto aos novos ministros do Interior, Jorge Burgos (ao centro) e da Defesa, José Antonio Gómez (à esquerda) (Foto: AFP/El Telégrafo) |
A presidenta
chilena anunciou uma mudança de ministério, a mais profunda desde o retorno da
democracia em 1990.
Pela
primeira vez um ministro da Fazenda é removido em 25 anos
Por Alejandro
Tapia, correspondente em Santiago – no jornal equatoriano El Telégrafo (empresa pública do
governo federal), edição digital de 12/05/2015 (em espanhol)
No se tomó 72 horas, como anunció el miércoles
pasado (na quarta-feira pasada) en el programa de Don Francisco, pero
finalmente ayer (ontem, segunda), después de 108 horas, Michelle Bachelet
anunció su nuevo gabinete (ministerio), con el que espera darle un nuevo aire a
su gobierno, en una suerte (numa espécie) de segundo tiempo en medio de una
profunda crisis política en el país.
En el cambio (Na mudança) más profundo que ha realizado un Presidente de Chile a su gabinete (em seu ministério) desde el retorno a la democracia en 1990, Bachelet está intentando dar un golpe de timón, pero al mismo tiempo con esto ha concretado un giro hacia el centro, dejando su posición más hacia la izquierda que adoptó cuando regresó a La Moneda en marzo de 2014. Eso sí, su agenda de reformas sigue vigente, aunque posiblemente no sean tan estructurales.
La Presidenta socialista decidió remover tanto a su ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo; como a su ministro de Hacienda, Alberto Arenas; y a parte importante de su equipo político, es decir, a los secretarios de la Presidencia y de Gobierno. Esta es la primera vez en 25 años que un mandatario le pide la renuncia a su ministro de Hacienda, el hombre que maneja la economía chilena.
Arenas será reemplazado por Rodrigo Valdés, militante del Partido por la Democracia (PPD), que hasta ahora se desempeñaba como presidente ejecutivo del Banco Estado. Valdés fue asesor de Hacienda durante el gobierno de Ricardo Lagos, es economista de la Universidad de Chile con un doctorado en el MIT y tuvo altos cargos en el Banco Central, el Fondo Monetario Internacional y Barclays Capital. Los analistas indican que el nuevo ministro de Hacienda es un hombre moderado, de perfil técnico.
Mientras a Alberto Arenas le habría pasado la cuenta su mala relación con los empresarios y la forma en que ejecutó la reforma tributaria, Peñailillo (Interior) dejó su cargo por el vendaval de críticas por su manejo tras el estallido del escándalo de supuesta corrupción del hijo de Bachelet, pero también debido a una serie de presuntas irregularidades que él mismo protagonizó. La caída de Peñailillo se debió a su descrédito después de que se supo que antes de asumir su cargo asesoró a un operador político de la Nueva Mayoría que recaudó millonarios fondos de una empresa de un exyerno de Augusto Pinochet.
‘Hijo político’ ('Filho político')
Para Bachelet la salida de su ministro del Interior es muy dolorosa, ya que Peñailillo era considerado como su ‘hijo político’. El nuevo ministro del Interior será Jorge Burgos, miembro de la Democracia Cristiana y que se desempeñaba como ministro de Defensa. En total Bachelet hizo cambios en nueve ministerios, pero los principales tuvieron que ver con Interior, que en Chile es el jefe de gabinete –una suerte de primer ministro o Vicepresidente- y Hacienda.
Sumando y restando, cinco ministros dejaron La Moneda. A su vez, en la Secretaría General de Gobierno, que realiza las labores de portavoz de la Presidencia, Bachelet sacó a Álvaro Elizalde, a quien reemplazó por Marcelo Díaz, ambos socialistas. Y en la Secretaría General de la Presidencia, que maneja la agenda del Ejecutivo y debe maniobrar con el Congreso, entró el diputado del PPD Jorge Insunza, en reemplazo de Ximena Rincón, de la Democracia Cristiana. Además, en el gabinete hay dos (2) militantes del Partido Comunista.
La lectura política que se está haciendo en Chile es que Bachelet optó por girar su gestión hacia el centro. De hecho, la oposición de derecha no realizó grandes críticas al nuevo gabinete. “Cuando la derecha celebra los cambios más que la Nueva Mayoría es porque el nuevo gabinete se corre más al centro”, señaló el analista político Patricio Navia.
Bachelet estaba en una situación complicada, con un fuerte descenso en su apoyo, que hasta la semana pasada se situaba en solo el 28%, el más bajo de sus dos mandatos, mientras que el rechazo sobrepasa el 63%. “Hoy chilenos y chilenas sabemos que lo que prometemos lo cumplimos, aunque las circunstancias sean adversas”, afirmó la Jefa de Estado al dar a conocer a su nuevo equipo, en el salón Montt-Varas de La Moneda.
También en los círculos políticos se comenta que la Democracia Cristiana ha salido fortalecida. Si bien este partido forma parte de la alianza oficialista Nueva Mayoría, parte importante de sus dirigentes se opusieron a la reforma educacional, por lo que con Burgos en Interior y Rincón en Trabajo, es poco probable que se lleve a cabo una agenda más progresista, como una eventual Asamblea Constituyente, el proyecto de aborto terapéutico y otros temas valóricos. Esto, porque el perfil del nuevo gabinete de Bachelet es considerado como moderado y más dialogante.
De hecho, el nuevo ministro
del Interior anunció que en su gestión privilegiará el diálogo y la búsqueda
“de grandes acuerdos”. Así, se comprometió “a escuchar las voces del país”.
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