Cristina concordou com Rafael Correa, Nicolás Maduro e Evo Morales na crítica aos Estados Unidos (Foto: DyN/Página/12) |
A presidenta questionou Estados Unidos
e Grã-Bretanha por tentarem marcar Argentina e Venezuela como perigosos: ela destacou
“a semelhança e a simultaneidade” das administrações de Barack Obama, com quem
foi particularmente dura, e David Cameron. Também questionou as “novas formas
sutis de intervenção” aos países da região.
Por Fernando Cibeira, do Panamá – no jornal argentino Página/12, edição de 12/04/2015 (em
espanhol, com traduções pontuais)
En un duro discurso, la
presidenta Cristina Kirchner fue crítica con Estados Unidos durante la sesión
de presidentes de la Cumbre de las Américas. Unió la declaración de “amenaza a
la seguridad nacional” declarada por el presidente Barack Obama contra
Venezuela con la “amenaza” que dijo (disse) ver el Reino Unido en Argentina
para justificar el aumento del presupuesto (orçamento) militar en las islas
Malvinas. En ese sentido, cuestionó las “nuevas formas sutiles de intervención”
a los países de la región. Su posición fue acompañada en sus mensajes por otros
mandatarios de la región como Rafael Correa, Nicolás Maduro y Evo Morales,
también críticos con las posiciones norteamericanas.
Un dato (dado) inusual fue
que la Presidenta comenzara (começasse) hablando del combate al narcotráfico al
que se había referido unos minutos antes el presidente de Colombia, Juan Manuel
Santos. El tema no suele (não costuma) figurar entre los ítem que toca CFK en
los foros internacionales. En verdad, de lo que quería hablar era del
“financiamiento del narcotráfico” y del lavado de las ganancias que genera (e
da lavagem de dinheiro que gera). “No seamos cínicos. Miles y miles (Milhares e
milhares) de millones de dólares que se blanquean (se lavam, se legalizam) en
paraísos fiscales y en bancos de países desarrollados (desenvolvidos). Si no se
aborda ese problema no hay solución para el narcotráfico”, definió. Y habló
sobre la “contradicción” del tema. “Con la droga y el dinero se quedan los
países desarrollados (ficam os países desenvolvidos); con los muertos y las
armas, los pobres de América latina”, dijo.
La Presidenta recordó que
era su última Cumbre de las Américas, que era el mismo caso de Obama. Que
también era una cumbre “histórica” dada la primera participación de Cuba,
aunque descartó que ese hecho fuera (que esse fato fosse) por exclusivo mérito
del presidente norteamericano. “No, señores, Cuba está aquí porque luchó por
más de 60 años con una dignidad sin precedentes”, sostuvo, y consideró un
“verdadero triunfo de la Revolución Cubana” lo que se vivió ayer (ontem,
sábado) en Panamá.
Pero, siguió, la alegría
del hito histórico se vino abajo (se veio abaixo) el mes pasado cuando se
conoció el decreto de Obama declarando a Venezuela una amenaza a la seguridad
nacional para Estados Unidos. Cristina Kirchner reveló entonces que el viernes (sexta-feira)
a la noche, al llegar a Panamá, había tenido una reunión con Maduro y que le
había preguntado por el tamaño de su presupuesto (orçamento) militar. “Creo que
me dijo mil millones (um bilhão), o dos mil millones (ou 2 bilhões), un poquito
más”, mencionó. Recordó que Obama les había dicho a sus compatriotas que no
tenían que temer a Irán, luego (depois) de firmar con ellos el acuerdo nuclear,
porque el presupuesto militar iraní era de 30 mil millones de dólares mientras (porque
o orçamento militar do Irã era de 30 bilhões de dólares, enquanto) que Estados
Unidos contaba con más de 600 mil millones (600 bilhões). Cristina Kirchner
dijo que lo primero que hizo al enterarse del decreto norteamericano fue reírse
(disse que a primeira coisa que fez ao saber do decreto norte-americano foi
rir).
Desde el lugar en el que se
encontraba sentada la Presidenta no se llegaba a distinguir dónde estaba Obama,
en la otra punta de la larga (longa) mesa alrededor de la que se ubicaron (localizaram)
las 35 delegaciones americanas, todas con sus presidentes a excepción de
Michelle Bachelet, quien se quedó en Chile atendiendo las consecuencias de las
inundaciones. “No sé si estará presente el presidente Obama o (ou) si se habrá
retirado, no alcanzo a ver, tendría que ponerme los anteojos y no tengo ganas (teria
que por os óculos e não tenho vontade), no está. No importa, alguien se lo
contará”, ironizó la Presidenta. Obama, efectivamente, había salido para
mantener una reunión, tal vez previendo que en ese tramo recibiría críticas. No
obstante, un rato (um momento) después cuando ambos presidentes se cruzaron
para la “foto de familia” de la cumbre se saludaron con amabilidad. En verdad,
en lo personal, el trato entre ellos siempre fue cordial. En lo político, en
cambio, nunca pudieron encajar (Politicamente, ao contrário, nunca puderam se
entender).
La Presidenta unió la
desmesurada declaración de Estados Unidos contra Venezuela con lo sucedido días
atrás con las Malvinas. “Nuestro propio territorio”, como definió. Luego (Depois)
de un artículo aparecido en un diario (jornal) sensacionalista sobre una
supuesta compra de aviones rusos por parte de Argentina, el ministro de Defensa
del Reino Unido declaró un incremento del ya de por sí abultado presupuesto (do
já avultado orçamento) militar del archipiélago. “Absurdo también. Pero me
llamó la atención la similitud y la simultaneidad de ambas posiciones”,
resaltó. Y después de recordar que “decía el líder que fundó mi movimiento, el
general Perón, que se vuelve (se volta) de cualquier lugar menos del ridículo”,
remató: “La verdad que resulta absolutamente ridículo considerarnos a
cualquiera de nosotros una amenaza”.
También criticó a Obama por
haber dicho que no quería anclarse (concentrar-se) en el pasado. “A mí sí que
me gusta la historia”, retrucó. Repasó la historia de intervenciones
norteamericanas en la región, con golpes de Estado o (ou) invasiones. Pero
habló del surgimiento de “nuevas formas más sutiles de intervención”, algo de
lo que también hablaría poco después con la presidenta de Brasil, Dilma
Rousseff. “Golpes suaves donde se utilizan medios masivos de comunicación,
multinacionales, denuncias falsas, asociaciones caprichosas de estados con
otros estados para hacer no sé qué cosas y qué conspiraciones. Son más sutiles,
pero no por ello (mas não por isso) dejan de ser intervenciones y siempre
encuentran su origen bajo (sob) el nombre de las ONG”, agregó.
Pese a que otros
presidentes lo mencionaron – Raúl Castro respaldó la lucha argentina por
Malvinas y la “soberanía financiera” –, CFK esta vez no hizo alusión al
conflicto por los fondos buitre (fundos abutres) ni hizo una mención específica
a las críticas de días atrás de la funcionaria del Departamento de Estado,
Roberta Jacobson, a la marcha de la economía argentina. En el diálogo que
mantuvo con la prensa, al salir del hotel donde estuvo alojada, hacia el
aeropuerto, insistió en los puntos ya marcados en su discurso. Aunque destacó
algo que también hizo Raúl Castro en su intervención en la cumbre, que el
presidente de los Estados Unidos está lejos (longe) de concentrar todo el poder
del país. “Tiene una parte del poder que generalmente es bastante inferior al
poder de las grandes corporaciones económicas, mediáticas, financieras y la
articulación de todos estos intereses geopolíticos. Todo esto es el mundo
contemporáneo, un mundo difícil, complejo”, cerró.
Tradução (parcial): Jadson Oliveira
Comentários