John Brennan, diretor da CIA, responde perguntas sobre o informe do Senado (Foto: AFP/Página/12) |
Após o informe do Senado
estadunidense sobre as práticas da CIA, Rupert Colville, porta-voz do Alto Comissariado
das Nações Unidas para os Direitos Humanos, disse que a tortura não pode ser praticada
em nenhum momento e sob nenhuma circunstância. Destacou que os responsáveis devem
ser julgados.
Matéria do jornal argentino Página/12, edição impressa de hoje, dia
12
A ONU conclamou
os Estados Unidos a levarem a julgamento os acusados de praticar tortura em
supostos suspeitos de terrorismo. “Está tão claro como a água: a tortura está
absolutamente proibida, em qualquer circunstância, em qualquer momento. Não se
pode praticá-la na guerra, na paz, em situações de emergência, durante períodos
de instabilidade interna, nem em nenhuma circunstância. E o coroamento disto é
que os que a levam à prática devem ser levados a juízo”, assegurou Rupert
Colville, porta-voz do Alto Comissariado das Nações Unidas para os Direitos
Humanos.
Por sua
parte, o senador democrata (terminando o mandato) Mark Udall pediu um expurgo
de altos funcionários da CIA implicados nos abusos e seu posterior acobertamento.
Entre tais funcionários está o atual diretor da agência, John Brennan. “A CIA
mentiu a seus supervisores e à população, destruiu e tentou reter provas, espionou
o Senado, fez acusações falsas contra nosso pessoal e mentiu sobre a tortura e os
resultados da tortura. E ninguém teve que prestar
contas. Neste
momento há pessoas em cargos de alto nível na agência que aprovaram, dirigiram
ou cometeram atos relacionados com o programa de detenção e interrogatório da
CIA. O presidente deve expurgar seu governo dos funcionários de alto nível que
foram fundamentais para o desenvolvimento e execução deste programa”, expressou.
Inclusive
a Associação Estadunidense de Psicologia (APA, sua sigla em inglês) se referiu
ao tema em termos duros. “Ficamos chocados e francamente enojados por alguns dos
detalhes brutais. As técnicas descritas são evidentemente torturas, vão contra
tudo o que defende nossa disciplina. Claramente violaram direitos humanos e leis
internacionais. Como disse antes, os dois psicólogos que ao que parece estiveram
envolvidos não são membros de nossa associação. Estão fora do alcance de nosso
programa de ética. Mas, além disso, deveriam prestar contas por seus atos. Se
estas alegações são corretas, deveriam prestar contas por sérias violações a leis
estadunidenses e internacionais”, asseverou a Democracy Now! Rhea Farberman, diretora executiva de comunicações da
associação.
Continua em espanhol:
Según el informe del Senado, los métodos de interrogatorio a sospechosos
de terrorismo en los ocho años posteriores a los atentados del 11 de septiembre
de 2001 incluyeron asfixias simuladas, baños en agua congelada, privación de
sueño durante más de una semana, alimentación e hidratación rectal, así como
amenazas de abusos y muerte. Ese informe, fruto de una investigación de más de
cinco años, asegura que la CIA llevó a cabo prácticas de interrogatorio “más
brutales” y menos efectivas de lo que había admitido en los años posteriores al
11-S (11 de setembro – dia dos atentados às Torres Gêmeas).
En tanto, Brennan defendió ayer la labor de esa agencia tras los
atentados del 11S y dijo que las técnicas de interrogatorio aplicadas a los
sospechosos de terrorismo eran legales en ese momento, pero admitió que hubo
prácticas “no autorizadas” y “abominables”.
“No había respuestas fáciles ante esos atentados”, sostuvo Brennan al
apuntar que la CIA no estaba preparada para poner en marcha un programa de
detenciones e interrogatorios como el que se le encomendó. “Hubo casos en que
los agentes de la CIA usaron prácticas que no habían sido autorizadas, pero la
inmensa mayoría de los trabajadores de la agencia hicieron lo que se les pidió
hacer en servicio de nuestra nación”, remarcó en un inusual discurso
transmitido por las principales cadenas de televisión desde la sede de la
agencia en Langley (Virginia).
Asimismo señaló que apoya “totalmente” la decisión que tomó el
presidente Barack Obama de prohibir esas técnicas de interrogatorio tras llegar
a la Casa Blanca en 2009, pero rehusó decir si él las considera “tortura”.
Obama reconoció el martes que esas prácticas hicieron un daño
significativo a la imagen de Estados Unidos en el mundo. “Ningún país es
perfecto. Pero una de las fortalezas que hacen excepcional a esta nación es
nuestra voluntad de confrontar nuestro pasado abiertamente, afrontar nuestras
imperfecciones, corregirlas y hacerlo mejor en el futuro”, reflexionó el
mandatario.
Sin embargo, el informe del Senado ya generó repercusiones. El gobierno
de Estados Unidos anunció ayer el cierre de su último centro de detención en
Afganistán, Bagram, situado en su mayor base aérea en ese país y tristemente
célebre por las torturas a las que fueron sometidos los detenidos mientras se
encontraban bajo custodia estadounidense. Así lo informó un comunicado del
Departamento de Defensa, que señala que ya transfirió los últimos detenidos
desde el aeródromo del mismo nombre, ubicado 47 kilómetros al norte de la
capital afgana.
Desde marzo de 2013, cuando Washington transfirió el control de este
penal a Kabul, adquirió el nombre de Centro de Detención de Parwán y la mayoría
de los presos quedó bajo control afgano, aunque algunos, considerados de gran
valor, continuaban en custodia estadounidense.
Bagram fue escenario de algunos de los peores casos de torturas, que
incluyeron ataques con perros, acosos sexuales, palizas y amenazas de
violación. En 2005, The New York Times informó de la muerte de dos detenidos
encadenados al techo de su celda, tras varias sesiones de golpes y palizas. El
centro de detención llegó a tener hasta 3000 prisioneros en un limbo legal.
El tunecino Reza al Nayar fue el último reo de esta prisión y uno de los
más antiguos, capturado en mayo de 2002 como sospechoso de servir de
guardaespaldas a Bin Laden. Su abogada, Tina Foster, confirmó que la
transferencia de su cliente a las autoridades afganas fue hecha el martes.
El nombre de Al Nayar se encuentra en el informe emitido por la Comisión
de Inteligencia del Senado de Estados Unidos.
Tradução
(parcial): Jadson Oliveira
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