“Esta marcha é para dizer aos governos que nos levem em conta”, advertiram (Foto: AFP/Página/12) |
A grande mobilização alternativa
à Cúpula Climática Mundial no Peru: a Cúpula dos Povos, que se desenrola ao
mesmo tempo em que se realiza o debate oficial, resultou ontem numa ampla
marcha para questionar o sistema capitalista, criticar as empresas
transnacionais e exigir a mudança da política extrativista dos recursos naturais.
Por Carlos Noriega, de Lima – no jornal argentino Página/12, edição impressa de hoje, dia 12
Enquanto no
quartel general do exército, conhecido como o Pentagonito, Ollanta Humala e outros
presidentes falavam na Cúpula Climática Mundial COP 20, nas ruas de Lima milhares
de pessoas marchavam levantando consignas contra a cúpula oficial e em defesa da
“mãe terra” e dos direitos dos povos indígenas. “Mudemos o sistema, não o
clima”, se escutava nas ruas. Movimentos sociais e camponeses, representantes
de populações indígenas do Peru e de outros países, grupos ambientalistas,
sindicatos, se uniram nesta marcha pacífica organizada pela alternativa Cúpula
dos Povos. Umas 10 mil pessoas participaram da mobilização, que terminou com uma
concentração na Praça San Martín, no centro histórico de Lima.
Agitando
bandeiras multicoloridas e levantando consignas como “a terra está que queima, mudemos
o sistema”, a multidão percorreu, debaixo dum forte sol, as ruas do centro da
capital peruana. “Em defesa de nossa mãe terra”, “a floresta é de todos,
autoridades, nos ajudem a salvá-la”, “energia 100% limpa” e outras reivindicações,
como “Conga não vai”, em referência a um milionário projeto de mineração no
norte do Peru ao qual se opõem os camponeses e movimentos sociais da região, podiam
ser lidas nos cartazes que acompanhavam a marcha.
Continua em espanhol:
Desde un estrado levantado en la Plaza San Martín, la segunda más
importante de la capital peruana, se sucedieron, uno tras otro, los discursos.
Hubo cerca de una veintena de oradores, quienes coincidieron en cuestionar el
sistema capitalista, al que acusaron de ser responsable de la crisis ambiental,
en criticar con dureza a las transnacionales y exigir el cambio de la política
extractivista de recursos naturales que “depreda y enferma la madre tierra”, en
acusar a los gobiernos de no hacer nada efectivo contra el calentamiento global
y en reivindicar los derechos de los pueblos indígenas.
“Los gobiernos plantean paliativos contra el calentamiento global, pero
el pueblo no pide paliativos, el pueblo exige un cambio de rumbo”, exclamó un
orador. “Estamos en pie de lucha en defensa de la tierra, tenemos muertos y eso
no se olvida”, dijo una representante de las comunidades nativas. “Rechazamos
la criminalización de la protesta social”, señaló un tercer orador. “Tenemos
todos que actuar, levantarnos en resistencia, no quedarnos en los discursos”,
demandó otro.
La congresista del Frente Amplio de Izquierda Verónika Mendoza acusó al
presidente Humala de tener un doble discurso: “Se habla del cambio climático,
mientras se dan normas que les dan impunidad a las empresas que contaminan, se
depredan los bosques, se criminaliza y mata a los campesinos que luchan
defendiendo la madre tierra”. Mendoza acusó que en la COP 20 hay “hipocresía y
falsos discursos”.
“Esta marcha es para decirles a los gobiernos que nos tomen en cuenta. A
nosotros el gobierno peruano nos ha dado la espalda. A los que están en la COP
20 les diría que, en vez de estar encerrados con todas las comodidades, salgan,
vayan a las comunidades, a la Amazonia, y vean la realidad”, le dijo a
Página/12 Marishöri Samaniego, de la etnia amazónica asháninka, mientras
marchaba con un grupo de miembros de su comunidad.
Tribunal pelos Direitos da
Natureza examina 12 casos de violações ambientais e dos direitos indígenas
Como parte de las actividades paralelas a la COP 20, sesionó en Lima el
Tribunal por los Derechos de la Naturaleza, que tuvo un panel de jueces
internacionales. Doce casos de violaciones ambientales y de los derechos
indígenas en distintas partes del mundo fueron analizados por este tribunal,
que tiene un carácter ético. Empresas y Estados fueron puestos en el banquillo
de los acusados. En unos casos se emitió sentencia, otros fueron recién
presentados y se decidió continuar las investigaciones.
En uno de los casos presentados al Tribunal por los Derechos de la
Naturaleza se acusó a la empresa petrolera argentina Pluspetrol por la
contaminación que sus actividades producen en la Amazonia peruana, afectando
severamente el medio ambiente y la vida de las comunidades nativas. La denuncia
contra Pluspetrol fue admitida por el tribunal. En seis meses, el tribunal
volverá a sesionar para seguir tratando esta denuncia.
Pluspetrol está acusada de contaminar con desechos tóxicos las cuencas
de cuatro ríos en una amplia zona amazónica, donde viven unos 25 mil pobladores
de distintas comunidades nativas. En diálogo con este diario, Aurelio Chino
Dahua, apu de la etnia amazónica quechua que vive en la zona de operaciones de
Pluspetrol, habló de la situación de los pueblos indígenas. “Nuestros hermanos
se enferman por consumir el agua de los ríos y por comer los peces y animales
que están contaminados. Pluspetrol no está cumpliendo con su compromiso de
remediar los daños ambientales. La contaminación sigue y sigue y no se hace
nada. Nos están dando a entender que no quieren sentarse a conversar con
nosotros.”
El Tribunal Internacional por los Derechos de la Naturaleza condenó a la
transnacional Chevron por los “daños irreversibles” de sus actividades
petroleras en Ecuador, también se condenó al Estado de Ecuador por la
explotación petrolera en el Parque Nacional Yasuní. Otras condenas fueron a la
British Petroleum, por el derrame de petróleo en el Golfo de México,
considerado el peor de la historia, y al gobierno de Queensland (Australia),
por la destrucción del Arrecife de Coral.
Protesto contra a usina de Belo
Monte no Brasil
Entre los casos aceptados por este tribunal figuran la muerte de 33
personas en una protesta indígena en la Amazonia peruana en junio de 2009 y el
procesamiento judicial a 52 dirigentes indígenas por esas protestas; el
cuestionado proyecto minera Conga en el Perú, contra el que se levantaron las
comunidades campesinas, protestas que dejaron cinco muertos; la construcción de
la central hidroeléctrica Belo Monte en la selva de Brasil, entre otros.
“Este es un tribunal ético; sus resoluciones se mantienen en ese nivel,
sus sentencias son un llamado al mundo para defender la naturaleza. Venimos con
un mensaje que pretende hacer ver al mundo la importancia de proteger la
naturaleza para la existencia de la humanidad”, le señaló a este diario el
ecuatoriano Alberto Acosta, presidente del Tribunal Internacional por los
Derechos de la Naturaleza.
Tradução
(parcial): Jadson Oliveira
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