A delegação do governo liderada por Humberto de la Calle (à direita) discute os passos a seguir com a guerrilha (Foto: AFP/Página/12) |
A delegação que representa o
presidente Santos se reencontrou com as FARC em Cuba para reformar as regras do
jogo: durante os dias de ontem e hoje (terça e quarta), guerrilha e governo
realizam uma “avaliação” do processo de negociação, segundo declarou Santos.
Por Katalina Vásquez Guzmán, de Havana – no jornal argentino Página/12, edição impressa de hoje, dia
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Com a chegada
a Havana da delegação de Santos e seu reencontro ontem com as FARC após a
suspensão da mesa de conversações, cresce o otimismo com a perspectiva de continuação
do processo de paz. As Nações Unidas, a Organização dos Estados Americanos
(OEA) e vários setores do país solicitaram a rápida retomada dos diálogos e o
cessar de hostilidades. Há 15 dias, os diálogos se viram em sua pior crise
desde que se instalou a mesa de conversações em Oslo, Noruega. Na ocasião, Cuba
e Noruega foram os mediadores para não deixar afundar um processo que, como nenhum
outro entre as FARC e o Estado, logrou tantos avanços. De seis pontos da agenda
pactada, já há acordos parciais em três. Desde 18 de novembro vem se realizando
o ciclo 31, no qual se trata do quarto ponto: as vítimas. Mas tudo ficou por um
fio depois do sequestro do general Rubén Darío Alzate, um cabo e uma advogada numa
zona da selva onde o conflito, a pobreza e o abandono estatal predominam por
décadas. O general Alzate anunciou que solicitará baixa do exército.
Ontem e
hoje, guerrilha e governo realizam em Havana uma “avaliação”, nas palavras de
Santos, dos fatos mais recentes: detenção e posterior libertação do general, dos
demais militares e da civil (a advogada) que estavam nas mãos dos rebeldes;
suspensão das conversações diretas em Cuba e retomada das mesmas. Para os
rebeldes, são conversações para reformar as regras do jogo. Das montanhas da
Colômbia, o número um das FARC, Timochenko, já havia dito que Santos derrubou
as peças do xadrez da negociação e agora quer redirecioná-las.
Continua em espanhol:
“Un proceso de paz que ha llegado al nivel donde se encuentra, y que se
apresta a discutir los temas más decisivos de la paz, no puede estar sometido a
ningún tipo de actitudes precipitadas e irreflexivas que aplacen el
advenimiento de nuestra reconciliación”, dijo el jefe de la delegación de paz
de las FARC, Iván Márquez o Luciano Marín. El máximo jefe de la organización
rebelde había dicho días antes que el diálogo no se retomaría “así porque sí”,
acusando a Santos de romper la confianza al decidir unilateralmente que se
detenían las conversaciones. Esa fue la reacción del mandatario ante la
confirmación de que, por primera vez, un general del ejército había caído en
poder de las FARC. Dos semanas atrás, en la zona fronteriza con Venezuela de
Arauca, dos soldados profesionales habían sido retenidos por la guerrilla
durante combates. A estos dos la insurgencia les devolvió la libertad la semana
pasada.
En la liberación del domingo estuvo presente alias Pastor Alape, quien
viajó de La Habana a la selva por una noche, con autorización del gobierno,
para coordinar directamente la entrega del general. Otro comandante, Carlos
Losada, también se desplazó de la isla para la entrega de los soldados en
Arauca. En diálogo con Página/12, Jesús Santrich explica el sentido de la
participación de los dos delegados de paz en los operativos humanitarios que
salvaron el proceso de paz.
“Los comandantes nuestros estuvieron allá también, primero como un gesto
de buena voluntad, en representación de la delegación de paz de las FARC,
porque se trata de un hecho de paz, y luego porque hay que explicarles a
nuestros combatientes de manera directa, in situ, las razones para la
liberación y qué es lo que seguiría hacia adelante. Que la gente allá también
entienda, porque nosotros no tenemos comunicación cotidiana con nuestra gente.
La tenemos con nuestro comandante Timoleón Jiménez y él, con las unidades que
están en las áreas de operaciones, pero la comunicación directa es complicada”,
aseguró Santrich. Mientras tanto, en el canal Telesur fue divulgada una fotografía
donde aparecen abrazados el general Alzate y Pastor Alape, comandante de la
facción que lo retuvo, el Bloque Iván Ríos, lo que para muchos fue un gesto de
paz, mientras que para la derecha fue motivo de sendas críticas.
Aún es incierto el inicio propiamente dicho del ciclo de negociación que
correspondería al número 31, donde está prevista la visita de las últimas doce
víctimas, de un grupo de sesenta que participaron en la mesa de forma directa
durante la discusión del punto sobre las víctimas. La agenda general para la
terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera fue
acordada por la guerrilla y el gobierno en la etapa previa a la mesa de
conversaciones. Esta se desarrolla en Cuba, después de la instalación en Oslo.
Se prevé que este jueves los dos países garantes del proceso, Cuba y Noruega,
que incluso participaron de las liberaciones, divulguen las conclusiones del
cara a cara de dos días que se realiza entre ayer y hoy.
Tradução
(parcial): Jadson Oliveira
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