MÉXICO: O PRESIDENTE PEÑA NIETO ESTÁ NO OLHO DO FURACÃO



As maiores mobilizações pelo aparecimento dos 43 estudantes se deram na última quinta-feira, dia 20 (Foto: Página/12)
No centro da crise: a imagem do presidente mexicano ficou em interdito perante a opinião pública mundial. As mobilizações crescem juntamente com a repressão. Pais dos estudantes de Ayotzinapa ameaçam pegar em armas.

Por Gerardo Albarrán de Alba, da Cidade do México, no jornal argentino Página/12, edição impressa de hoje, dia 25 (o título acima é deste blog)

Enrique Peña Nieto se encontra justamente onde não queria estar desde que assumiu como presidente do México: no centro duma crise de segurança e violência que rebentou como crise de direitos humanos e que, a esta altura, já é uma crise social, política e moral que exibe os débeis pilares sobre os quais se sustenta. O retorno do velho PRI a Los Pinos está resultando num pesadelo que assola  todo o país e que é sentido claramente em todo o mundo.

Internamente, as mobilizações crescem junto com a repressão: 11 jovens, detidos indiscriminadamente após a manifestação do último dia 20, foram enviados a prisões de segurança máxima no final de semana, como castigo exemplar, enquanto alguns dos pais dos estudantes normalistas desaparecidos parecem chegar ao limite e, após uma reunião no sábado em Chilpancingo com dirigentes do  gabinete de segurança de Peña Nieto, avisam: “Se não aparecem nossos companheiros desaparecidos, o que vem a seguir é um movimento armado”.

Ontem (segunda-feira), o secretário (ministro) da Marinha condenou os “atos mesquinhos dos que, mascarados, em grupos minoritários e com o rosto encoberto, ofendem nossa nação”. O discurso do almirante Vidal Francisco Soberón Sanz se soma ao endurecimento mostrado também pelo Exército no último dia 20, na comemoração do 104º. aniversário da Revolução Mexicana.

Do exterior, o México não é visto melhor. “Para a gente dá a sensação, à distância, de que se trata duma espécie de Estado falido”, disse José Mujica, presidente do Uruguai, à edição da América Latina da revista Foreign Affairs. Pior ainda, disse um dos mandatários com maior autoridade moral do mundo, parece que “os poderes públicos estão perdidos totalmente de controle, estão carcomidos”.

Não é o único que opina assim. No final de semana, por exemplo, o jornal francês Le Monde dedicou uma ampla chamada na primeira página às mobilizações sociais em defesa do aparecimento com vida dos 43 estudantes normalistas de Ayotzinapa que amanhã completam dois meses desaparecidos. O diário parisiense chamou “A revolta dos mexicanos contra o Estado-máfia” e, além disso, dedicou um texto nas páginas internas à ostentatória mansão da esposa de Peña Nieto e às suspeitas de corrupção que despertaram.

Continua em espanhol (com traduções pontuais):

Le Monde forma (faz) parte del vuelco (da reviravolta) de opinión pública internacional sobre la figura del presidente mexicano. Uno a uno, los principales diarios del mundo han ido cambiando (mudando) el desmedido apoyo editorial que le brindaron a Peña Nieto durante sus primeros dos años de administración por una visión menos complaciente y hasta con críticas severas ante la ineficacia para responder a la crisis de derechos humanos que le estalló en Ayotzinapa. La revista Time, The Wall Street Journal, The Economist, The New York Times, por citar sólo a los últimos, lo mismo que casi el resto de la prensa mundial, parecen despertar a la realidad mexicana. Es el caso de Le Monde, que apenas el 8 de septiembre elogiaba la gestión de Peña Nieto y sus once (11) reformas estructurales de envergadura. El diario francés de referencia decía entonces que Peña “da una imagen de jefe de Estado pragmático y eficaz”. El sábado pasado, en un editorial, dijo que ahora la imagen de Peña Nieto “quedó en entredicho (ficou em interdito)”.

La desaparición forzada de 43 estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa, en Guerrero, desnudó a Peña Nieto. Por eso no tiene otra salida que la verdad y la justicia. Esto “no es negociable”, ha dicho Mujica, casi en los mismos términos en que el presidente del Banco Mundial se lo dijo en su cara a Peña Nieto, hace apenas una semana. El presidente de Uruguay fue menos condescendiente que el coreano Jim Yong Kim y atribuyó la descomposición en México a una “gigantesca corrupción” que pareciera haberse instalado en el país “como una tácita costumbre social (como um tácito costume social)”.

México, um Estado falido: as declarações de José Mujica

La entrevista de Mujica en Foreign Affairs Latinoamérica será publicada en la edición de enero (janeiro) 2015 de la revista, que adelantó una parte en su web, lo que provocó la molestia (o incômodo) de la administración de Peña Nieto, que expresó su “sorpresa y rechazo”. La cancillería mexicana llamó el fin de semana al embajador uruguayo. La presidencia de la República Oriental del Uruguay emitió un comunicado de prensa diciendo siempre no, México “no es un Estado fallido”.

Apenas hace 10 meses, Peña Nieto otorgó a Mujica la Orden Mexicana del Aguila Azteca. En un acto realizado en La Habana, Cuba, el presidente mexicano alabó (elogiou) a su homólogo uruguayo: “Es admirable su forma de entender y hacer política; su experiencia y filosofía de vida lo hacen un gran estadista de nuestro siglo, como hombre sobrio, líder social y ciudadano del mundo. Estoy seguro de que usted seguirá siendo ejemplo para ésta y futuras generaciones de uruguayos y latinoamericanos”.

A Mujica no le es ajeno (alheio) México. “Me siento un amigo de corazón de México. Por razones culturales, por los compatriotas en el exilio que recalaron allí, algunos compañeros de mi alma, otros compatriotas todos”, dijo el 28 de enero, al recibir de Peña Nieto la máxima condecoración que otorga el Estado mexicano a un extranjero. Tampoco desconoce la represión, él mismo vivió en la clandestinidad y fue preso político de la dictadura cívico-militar uruguaya.

Por eso apela a “lo mejor de México” a hacer que el caso Ayotzinapa se resuelva y dé pie para seguir con los casos de los 22 mil desaparecidos que reconoce el gobierno mexicano, con los demás muertos “que no están ni siquiera reclamados”.

Mujica no oculta el escándalo que significa que en México “la vida humana es menos que la de un perro (um cachorro)”, ni las causas de fondo que lo propician: “Es muy difícil que esto suceda en una sociedad moderna, porque además no es ninguna lucha política, es corrupción de cabo a rabo. Es todavía (ainda) peor que la dictadura, porque las dictaduras, siendo feroces, por lo menos tienen un enfoque que pretende ser político. Esto es corrupción, esto es un negocio, es plata (é dinheiro)”.

Si uno (Se a gente) atiende las reflexiones de Mujica, el caso Ayotzinapa explica la reacción global ante la barbarie en México. El problema no es sólo interno, “tiene un nivel que ya traspasa lo de México. Es un problema de la humanidad. Son cosas que en el mundo de hoy no deberíamos permitir, porque la civilización que tenemos tiene muchísimos defectos, pero el progreso y la marcha de esa civilización no tiene que atar las manos. Hay cosas que no se pueden permitir. Estas cosas podrían ser en el Medioevo (na época medieval), pero no pueden ser en el mundo de hoy”.

Tradução (parcial): Jadson Oliveira

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