Sendic e Vázquez saúdam a militância da Frente Ampla, no encerramento da campanha para a votação em segundo turno no domingo (Foto: EFE/Página/12) |
TABARÉ VÁZQUEZ, CANDIDATO GOVERNISTA, é AMPLO FAVORITO PARA GANHAR NO SEGUNDO TURNO DE DOMINGO
Com "murga" de fundo e abundante mate, no parque da capital cheio de simpatizantes, secundado por seu companheiro de chapa, Raúl Sendic, filho do histórico líder guerrilheiro (do mesmo nome), Vázquez falou do progresso que teve o país na última década.
Por Mercedes López San Miguel (do jornal argentino Página/12, edição impressa de hoje, dia 28)
De Montevidéu
Al anochecer había un clima de fiesta en el Parque Batlle, colmado de simpatizantes del Frente Amplio (FA) que esperaban desde temprano las últimas palabras del candidato Tabaré Vázquez, amplio favorito para ganar el ballottage del próximo domingo. Secundado por su compañero de fórmula, Raúl Sendic, hijo del histórico dirigente de la guerrilla Tupamaros, Vázquez habló del progreso que tuvo el país en la última década. “Desarrollamos un país de inversiones, de trabajo, de política de inclusión social, para luchar contra la pobreza y derrotarla, para disminuir la mortalidad infantil. No lo entienden (los opositores) y se preguntan por qué el Frente Amplio va a lograr un tercer gobierno”, dijo entre aplausos y fuegos artificiales. Su rival, Luis Lacalle Pou, del Partido Nacional (Blanco) y el candidato a vice, Jorge Larrañaga, cerraron la campaña en la ciudad de San Carlos, vecina de Punta del Este en el departamento de Maldonado.
Al acto de final de la coalición de centroizquierda gobernante acudieron veteranos frenteamplistas, mamás con cochecitos, tribus de adolescentes que votan por primera vez, parejas de personas del mismo sexo, travestis, abuelos. Murga de fondo y abundante mate. Con una bandera tricolor rojo, azul y blanco como estandarte, Juan Vianchi, 63 años, contó por qué espera que el Frente Amplio conquiste un tercer gobierno. “Desde que nació el Frente en 1971, lo voto. Los blancos y los colorados son de ultraderecha. Todavía hay pobreza y un próximo gobierno de la izquierda tiene que sacar a todos los pobres de la calle.”
Desde que la alianza que agrupa una docena de partidos, entre ellos a socialistas, comunistas, socialdemócratas, independientes y ex tupamaros, llegó al poder en 2005 de la mano del oncólogo Vázquez, la economía uruguaya creció a ritmo sostenido, acompañada de una baja del desempleo y reducción de la pobreza. Según datos del Instituto Nacional de Estadísticas, la pobreza pasó del 40 por ciento en 2004 a 10 por ciento en la actualidad y la tasa de desocupación, que llegó a rozar un inédito 20 por ciento hace diez años, hoy se ubica en torno del seis por ciento. Según el politólogo e historiador Gerardo Caetano, de la Universidad de La República, es significativo que la coalición gobernante haya obtenido por tercera vez la mayoría legislativa, algo que no ocurría desde hace un siglo. “El gobierno ha sido razonablemente exitoso durante diez años. Hay una evolución innegable de los indicadores económicos y sociales. Y también ha sabido administrar la bonanza económica por el auge del precio de los commodities”.
La última encuesta, de la consultora Equipos, indica que el FA obtendría el domingo un 54,5 por ciento de los votos y la fórmula del Partido Nacional, un 40 por ciento de los sufragios. Otros sondeos proyectan ganador a Vázquez con el 52 por ciento de los votos contra 37 de Lacalle Pou.
Vázquez heredó un Uruguay en crisis como consecuencia de las políticas neoliberales aplicadas en los noventa. Caetano afirma que el mérito del hoy candidato fue saber reconstruir el país y que su sucesor, José Mujica, instaló una agenda de nuevos derechos: matrimonio igualitario, despenalización del aborto, ley de regulación de la marihuana. Casi dos de cada tres uruguayos respaldan la gestión de Mujica, según el sondeo de la consultora Equipos publicado ayer. Un 65 por ciento de los uruguayos aprueba el desempeño del mandatario que deja su cargo el 1º de marzo próximo, mientras que un 18 por ciento tiene opiniones intermedias y un 17 por ciento lo desaprueba.
En el Parque Batlle, donde circulaban simpatizantes con caretas de Tabaré, muchos destacaron la figura del ex intendente de Montevideo y primero en llegar a la presidencia por el Frente. Mary Cabrera, de 47 años, empleada doméstica, dijo que Vázquez tiene las mejores propuestas. “Con su gobierno las empleadas domésticas ganamos todos los derechos. Antes lucraban con nosotras. Me gusta hasta la idea de que los jubilados tengan una tablet”.
A su lado, un señor que no paraba de aplaudir dijo que es militante frenteamplista desde que tenía 18 años –ahora tiene 62–. “La situación económica viene mejorando desde el primer gobierno. Vamos en el rumbo correcto. A Lacalle Pou no lo conozco, pero el país no necesita ir hacia atrás”, dijo José Bos, que tiene un taller de bicicletas.
El candidato opositor, hijo del ex presidente Luis Alberto Lacalle, recordado por sus políticas neoliberales, se esforzó por mantenerse fiel a su estrategia “por la positiva”, desideologizada, pese a que fue poco rendidora a la luz de los resultados de la primera vuelta electoral (el FA logró un 47,8 por ciento de los votos, el Partido Nacional 30,9 y el Partido Colorado 12,9 por ciento de los sufragios). Lacalle Pou dijo que no era simplemente una postura de no confrontar, sino “una actitud de vida” que no cambiaría. “Si quieren sacar la positiva me tienen que sacar a mí del medio”, dijo el político de 41 años, quien apoyó bajar la edad de imputabilidad de los menores en un referéndum que fracasó. Si hasta la primera vuelta la maquinaria del marketing estuvo encendida las 24 horas, en este tramo de la campaña perdió fuerza. Basta pasar por las sedes del partido y comprobar la ausencia de militantes.
Los desafíos para el gobierno que surja el domingo escriben un libreto más exigente. El politólogo Caetano enumera, a su entender, los retos principales: “Diversificar la matriz productiva, transformar la educación y mejorar la cohesión social, dado que Uruguay tiene el menor índice delictivo de la región, pero una mayoría de la población se siente insegura”.
De todos modos, más allá de lo que queda por hacer, ayer en Parque Batlle sobraron motivos para festejar.
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