“Hoje em dia, na verdade, sinto que tenho Papa, comprometido com seu povo”, disse Evo Morales a Francisco (Foto: Osservatore Romano/Página/12) |
O Encontro Mundial dos Movimentos
Populares organizado no Vaticano: Morales, que participou do encontro como ex-dirigente
cocaleiro (produtor de folha de coca), disse que temos de ver “como acabar com
o capitalismo”, mas também como “refundar a democracia” e recuperar “a soberania
sobre os recursos naturais”.
Francisco: “Um anseio que deveria
estar ao alcance de todos, porém hoje vemos com tristeza cada vez mais longe da
maioria: terra, teto e trabalho. É estranho, mas se falo disto, para alguns
resulta que o Papa é comunista. Não se entende que o amor aos pobres é central
no Evangelho”.
Por Elena Llorente, de Roma – no jornal argentino Página/12, edição de hoje, dia 29
O papa
Francisco e o presidente da Bolívia, Evo Morales, concordaram ontem nas críticas,
sem muitas reservas, às injustiças do sistema econômico vigente – “ainda que
alguns possam me chamar de comunista”, advertiu o Papa –, ao participar do Encontro
Mundial dos Movimentos Populares realizado no Vaticano e promovido pelo Pontifício
Conselho Justiça e Paz. Diante de quase uma centena de organizações de camponeses,
catadores de lixo, recicladores, dentre outros, de todo o mundo, o expoente
máximo da Igreja e o único presidente indígena da América Latina concordaram
também na defesa da ecologia e num rotundo “NÃO à guerra”. É a primeira vez que
se realiza no Vaticano uma reunião desta natureza, cujo objetivo é debater as
causas da crescente desigualdade social e o aumento da exclusão em todo o mundo
e refletir sobre as experiências organizativas dos movimentos populares na
resolução desses problemas.
Dirigindo-se
“a todos vocês que sofrem na própria carne a desigualdade e a exclusão”,
Francisco voltou a falar sobre a “solidariedade”, tema no qual insiste sempre
em suas homilias. Esta palavra significa “pensar e atuar em termos de comunidade,
de prioridade da vida de todos sobre a apropriação dos bens por parte de
alguns. Também é lutar contra as causas estruturais da pobreza, a desigualdade,
a falta de trabalho, da terra e da moradia, e contra a negação dos direitos
sociais e trabalhistas”. E referindo-se à reunião dos Movimentos Populares, que
começou no dia 27 e será concluída hoje no Vaticano, indicou que “este nosso
encontro responde a um anseio muito concreto. Um anseio que deveria estar ao
alcance de todos, porém hoje vemos com tristeza cada vez mais longe da maioria:
terra, teto e trabalho. É estranho, mas se falo disto, para alguns resulta que o
Papa é comunista. Não se entende que o amor aos pobres é central no Evangelho”,
explicou.
Continua em espanhol (com
traduções pontuais):
El papa Bergoglio también se refirió a la que él llama “la cultura del
descarte”, que sucede “cuando al centro del sistema económico está el dios
dinero y no el hombre (está o deus dinheiro e não o homem)”. El descarte de los
jóvenes que no encuentran trabajo, de los niños a los que se mata antes de
nacer o (ou) que mueren por no tener una adecuada alimentación y de los
ancianos porque ya no producen. Francisco también se refirió a la paz y a la
ecología, señalando que, como es lógico, “no puede haber tierra, ni techo (nem
teto - moradia), ni trabajo si no tenemos paz y destruimos el planeta”, y
anunció que está preparando una encíclica sobre ecología. “Algunos de ustedes
expresaron: este sistema ya no se aguanta. Tenemos que cambiarlo (mudá-lo),
tenemos que volver a llevar la dignidad humana al centro y que sobre ese pilar
se construyan las estructuras sociales alternativas que necesitamos. Hay que
hacerlo con coraje e inteligencia, pero sin fanatismo; con pasión, pero sin
violencia”, concluyó el pontífice, indicando como “programa de acción” algunas
lecturas “revolucionarias”, según dijo, de los Evangelios de San Mateo y San
Lucas.
Evo Morales, que participó como ex dirigente cocalero y no como
presidente de Bolivia, por la mañana saludó brevemente al Papa cuando éste hizo
su discurso en la antigua sala del Sínodo, dentro del Vaticano, donde se
realizó la reunión. Y por la tarde intervino como un dirigente campesino más.
“El gran pecado de la humanidad es el capitalismo – dijo –. Para el capitalismo
no hay ningún objeto sagrado. Todo se vende y se compra como una mercancía
(mercadoria), incluso la vida.” Según Morales, hay que ver “cómo acabar con el
capitalismo”, pero también cómo “refundar la democracia y la política”, y
recuperar “la soberanía sobre los recursos naturales”. Su discurso también
condenó la guerra porque, dijo, “no hay peor agresión a Dios y a sus hijos que
la guerra, porque la vida no volverá a ser nunca más igual que antes”, y
recordó la invasión del siglo XIX que sufrió su país y la guerra del cobre y el
salitre con Chile, impulsada por intereses ingleses, donde Bolivia perdió su
salida al mar. Y tuvo palabras elogiosas para Francisco: “Hoy día, de verdad,
me siento que tengo Papa, comprometido con su pueblo, con un pensamiento
revolucionario, con sentimiento social y sobre todo con propuestas de cambiar
(mudar) y acabar con la violencia y la guerra”.
Poco después, el Papa y Evo mantuvieron un encuentro a solas. Un
encuentro “privado e informal – explicó el portavoz del Vaticano, el padre
Federico Lombardi –, una expresión de afecto y cercanía con el pueblo y la
Iglesia bolivianos, y un apoyo para la mejora de las relaciones entre las
autoridades y la Iglesia en el país”.
Sergio Sánchez, presidente de la Federación de Cartoneros (catadores de
lixo) de la Argentina y que conoció al Papa siendo éste arzobispo de Buenos
Aires, dijo que “el que se queda callado no tiene nada”. “Hoy, gracias a la
fuerza que nos da Francisco, seguiremos luchando por los tres derechos que él
subraya: tierra, techo, trabajo”, añadió, recordando que comenzó a ser
cartonero en 2001, en plena crisis económica, porque se quedó sin trabajo.
“Nosotros hemos hecho una labor que en la Argentina no hace nadie (ninguém faz).
” Y muy útil por lo demás para salvar al planeta, dicen los ecologistas. Basta
recordar que, en Italia, recién hace pocos años se comenzó la recolección
diferenciada que ahora, en muchas regiones del país, tienen obligación de hacer
las familias en casa.
Suha Jarrar, una joven palestina que vive en Cisjordania y que trabaja
con Union of Agricultural Work Committees, una organización sin fines de lucro
que ayuda a los agricultores palestinos, dijo a Página/12 que en su país hay
una emergencia general después de la reciente guerra con Israel. La gente no
sólo ha perdido su casa sino sus campos, sus animales, sus cultivos. Hay
peligro de infecciones y otras enfermedades porque decenas de cuerpos de seres
humanos y animales han quedado bajo (ficaram sob) los escombros de los
bombardeos. Pese a que en su país la mayoría es musulmana, vino a esta reunión
en el Vaticano porque lo importante es que se hable de Palestina, de las
presiones internacionales. “No es un problema religioso. La Iglesia Católica
tiene mucha influencia, incluso política, en mi país”, contó.
Mientras (Enquanto) una campesina salvadoreña denunciaba la ola (a onda)
de violencia que hay en su país y que arrastra a los jóvenes campesinos, que
son más vulnerables, para convertirlos en sicarios, Magdalena Lázaro, indígena
aymara de Bolivia, secretaria general de la Confederación Nacional de Indígenas
Originarios, destacaba la importancia del encuentro con Francisco. “Ha sido muy
importante encontrarse con el Papa porque nos da alegría, nos da fuerza – dijo
a este diario (jornal) – para nuestra lucha, porque nosotros buscamos justicia,
tener una vivienda (moradia), trabajo y tierra, de la que estamos despojados.
Yo siempre he sido campesina, de sembrar papa (de plantar batata), quinoa,
chuño, de tener llamas y alpacas. Esta reunión puede ser muy importante porque
uno (a gente) toma más fuerza para seguir en la lucha.”
Para Nora Padilla, de Colombia, quien empezó a recolectar basura (lixo) cuando
tenía seis años junto a su madre y su abuela (à sua mãe e sua avó), y hoy es la
representante de la Asociación Nacional de Recicladores y de la Red
Latinoamericana de Recicladores, “el discurso del Papa nos llama a continuar
nuestra lucha”. Ella y sus compañeros se consideran haber sido los que sentaron
las bases para que hoy Colombia sea considerada el cuarto país del mundo en
materia de reciclado, después de Alemania, Dinamarca y Holanda.
Tradução
(parcial): Jadson Oliveira
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