Pesquisa mostra como “los
hermanos” estão vendo a Copa:
77% dos argentinos se concentram
no Mundial e 70% acreditam que haverá uma “trégua” política: a maioria crê que
os choques políticos se acalmarão ou passarão a um segundo plano durante a Copa
do Mundo.
Uma de cada três pessoas pensa
que a Argentina será campeã.
Relação de amor e ódio com o
Brasil: 27% acham que o Brasil será campeão e 42% não querem que o Brasil seja
campeão.
Por Raúl Kollmann, no jornal argentino Página/12, edição de hoje, dia 12
Qualquer
campanha contra o Mundial está condenada ao fracasso: somente duas de cada 10
pessoas afirmam que não lhes interessa a Copa do Mundo, enquanto que o resto tem
muito ou bastante interesse no que ocorrerá no Brasil 2014. Isto inclui homens e
mulheres: hoje em dia, sete de cada 10 mulheres dizem que o Mundial lhes interessa
bastante ou muito. Em paralelo, a maioria pensa que haverá uma espécie de trégua
no mês da competição, porque acredita que os choques políticos se acalmarão ou
passarão a um segundo plano: “Enquanto dura o Mundial, os argentinos nos esquecemos
dos problemas e nos sentimos mais unidos”, opina uma maioria esmagadora de 70%
dos argentinos.
O
otimismo existe, mas não é majoritário: uma de cada três pessoas crê que a
Argentina será campeã, mas no prognóstico aparece o Brasil muito perto, como o segundo
favorito. A relação com os vizinhos verde-amarelos é de amor-ódio: quando se pergunta
aos argentinos quem querem que saia campeão, se não é a Argentina, o primeiro
que aparece é o Brasil: um de cada quatro quer que saiam campeões os vizinhos.
Agora, quando se pergunta quem não querem que saia campeão, quase a metade
menciona o Brasil. O segundo lugar entre os inimigos é ocupado, como era esperado,
pela Inglaterra (NT: por causa da ocupação das Ilhas Malvinas).
As
conclusões surgem duma pesquisa exclusiva realizada para o Página/12 pelo
Centro de Estudos de Opinião Pública (CEOP), dirigido por Roberto Bacman. No
total, foram entrevistados 609 pessoas de todo o país, levando em conta as
proporções por idade, sexo e nível econômico-social.
Continua
em espanhol:
Un punto llamativo es el nivel de interés que existe de cara al
campeonato que empieza hoy. El 41 por ciento de los entrevistados dice que
tiene mucho interés y el 36 por ciento bastante interés. Y esto se refleja a
todo nivel. Es cierto que hay un 83 por ciento de los hombres con pasión por el
Mundial, pero el porcentaje entre las mujeres es alto: 69 por ciento.
Seguramente, la misma encuesta hace veinte años hubiera dado un muchísimo menor
interés por parte de las mujeres.
“No queda duda alguna (Não resta dúvida alguma) de que para los
argentinos el Mundial es otra cosa – analiza Bacman –: un verdadero evento
social de amplio alcance y poder de convocatoria. Atraviesa las edades, el
género y las clases sociales y se constituye en una de las mayores atracciones
a nivel planetario que nos atrapa (atrai) a todos.”
El impacto del campeonato llega al ámbito de lo político y lo social.
Una alta proporción (70 por ciento) se manifiesta de acuerdo con la frase
“mientras (enquanto) dura el Mundial, los argentinos nos olvidamos de todos
nuestros problemas y nos sentimos más unidos”. Y también hay una mayoría que
dice que el clima político se calmará durante del Mundial.
“El campeonato abre una especie de prueba – afirma Bacman. Las cosas no
se definen por el deporte, sino por la economía y la política. Por ejemplo, el
Mundial ’86 y el título de la Argentina abrió un compás de espera, una tregua,
pero después, cuando crujió el plan económico de Raúl Alfonsín, el oficialismo
de aquel entonces perdió las elecciones de 1987. También influyeron Semana
Santa y las leyes de Obediencia Debida y Punto Final. Por eso, lo decisivo no
es lo deportivo. Ahora se abre un período en el que habrá menos choque, hay una
especie de vivir juntos el Mundial, pero después las cosas nuevamente
dependerán de lo político y económico. Algunos podrían pensar que es una
especie de pensamiento mágico creer que durante el Mundial los problemas
políticos van a desaparecer. Es una opinión y por supuesto válida. Sin embargo,
es evidente que más allá de los habituales temas que nos suelen dividir y
distanciar, el Mundial es una gran oportunidad para compartir, juntarnos
socialmente y disfrutar en torno del deporte, el más lindo de todos, sin temor
a equivocarnos.”
En el terreno estrictamente futbolístico no hay un optimismo desmedido
ni un diagnóstico triunfalista. Un medido 33 por ciento, es decir uno de cada
tres compatriotas, dice que la Argentina será campeona. Parece cantado que
tiene que existir ese optimismo por el nivel del equipo nacional y los nombres
de los jugadores que lo integran, “pero además se dibuja la idea de un
Maracanazo, un hecho épico”, evalúa Bacman. Al mismo tiempo, hay un respeto,
también razonable, por la potencia del conjunto local, Brasil: el 27 por ciento
de los argentinos piensan que los vecinos, aprovechando la localía, se llevarán
el título y el listado sigue con nombres lógicos, Alemania, España, Italia.
Cuando entran a jugar las pasiones, hay datos que asombran. Ante la
pregunta quién quiere que salga campeón si no es Argentina, sorprende el primer
lugar en la tabla: Brasil. Nada menos que uno de cada cuatro encuestados quiere
que los brasileños den la vuelta olímpica, algo que puede tener relación con el
espíritu de unidad latinoamericana o la formación en estas últimas décadas del
Mercosur y Unasur. Hasta la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en
Twitter y el técnico argentino, Alejandro Sabella – en diálogo con la revista
La Garganta Poderosa –, hablaron de “La Patria Grande”. Detrás de Brasil, están
los que hinchan por España, seguramente por razones de descendencia o por el
fútbol de toque que desplegó en los últimos años. En un destacado tercer lugar
aparece Colombia. Debe tenerse en cuenta que en los dos equipos más populares,
Boca y River, hubo pasos importantes de jugadores colombianos. Los millonarios
tuvieron tres hombres clave en sus filas en el campeonato que acaban de ganar.
El CEOP también formuló la pregunta que está en la otra cara de la
moneda: ¿cuál es el equipo que a usted no le gustaría que salga campeón? Y ahí
parece primar la rivalidad con los vecinos brasileños. Hay un 42 por ciento de
los encuestados que ubica a Brasil en el primer lugar de los que no quieren que
salgan campeón. En la segunda ubicación de los menos queridos aparece
Inglaterra, tradicional adversario desde la época de la guerra de Malvinas.
Tercero figura Alemania por potencia futbolística y cuarto Chile.
“Se evidencia en las dos preguntas la ya clásica relación de admiración
y rivalidad con Brasil – redondea Bacman. De alguna manera el amor y el odio
están presentes cada vez que se piensa en nuestros vecinos verde-amarelos. Si
bien les reconocemos el buen juego y que fueron cinco veces campeones del
mundo, de buenas a primeras también les deseamos el fracaso. Por lo menos, eso
quiere una porción importante de los hinchas (dos torcedores). Más allá de que
está la expectativa de que la copa quede para los argentinos.”
La expectativa, el lugar que ocupará en los medios (meios de
comunicação), los posibles festejos en el Obelisco y en las plazas centrales de
cada ciudad después de cada partido, crean un clima festivo que, al menos por
un tiempo, saca a la política y a la economía del centro de la escena. “La
palabra adecuada es tregua. Ninguna de las cuestiones en debate desaparecerá,
pero es un tiempo de vivir una fiesta más bien juntos”, concluyó el titular del
CEOP.
Tradução:
Jadson Oliveira
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