El Año
Nuevo nos ubica (nos coloca) ante nuestra esencial finitud: crece la angustia
mientras (enquanto) el reloj marca que un ciclo ha terminado y que – en el
mejor de los casos – aún quedan cosas por hacer (ainda restam coisas por
fazer).
Por Sergio
Zabalza (*), no jornal argentino Página/12,
edição de 19/12/2013
Contradictorias sensaciones experimentamos cuando se acercan esas fechas
(datas) a las que se las suele denominar Las Fiestas. Expectativa, malestar,
angustia, anhelos (anseios), fobias son algunas de las delicias que conforman
la traumática previa al momento de alzar las copas (levantar os copos em
brinde) y decir: ¡Felicidades!
Las Fiestas, como su nombre lo indica, son celebraciones, pero (porém)
se distinguen por muy precisas particularidades. Por lo pronto (De cara), Las
Fiestas ponen al descubierto, a través de los más ínfimos detalles, las
diferencias que abrigan muchas familias: si ensalada rusa o si vitel toné (se
salada russa ou se “vitel toné” – prato típico nas festas do Natal e Ano Novo
na Argentina); si te paso a buscar o si vamos en remís (se passo para te pegar
ou se vamos de “remís” – tipo de táxi na Argentina); si la Navidad (Natal) con
mamá y Año Nuevo con papá; si llamaste a Fulano o (ou) si Menganita se acordó (se
lembrou) de saludarnos. Citas (Encontros) en que la demanda del Otro exacerba
la cuerda emocional de los lazos inconscientes. A veces las discusiones
comienzan meses antes, como si esas dos o (essas duas ou) tres horas de
celebración coronaran (coroassem) la posición que cada sujeto adopta frente a
su núcleo familiar y amical (e de amizades).
Por cierto, la Navidad reviste un carácter más íntimo y familiar, y Año
Nuevo es más expansivo y desbordante. Pero (Mas) ambas Fiestas cargan (carregam)
con el balance – explícito o (ou) implícito – de todo un año. Es como si las
cosas cobraran (cobrassem) un valor absoluto. La clínica atestigua (testemunha)
los sinsabores y amarguras que esas escasas horas arrastran consigo: desde
disimulados desplantes hasta (até) feroces discusiones donde la política, o
(ou) cualquier otro tema, sirve de pretexto para enrostrar al otro (para jogar
na cara do outro) su forma de ser, su pasado, lo que cumplió o (ou) dejó de
cumplir. El
malestar se abre también al ámbito de lo público: accidentes, incendios,
heridos por fuegos artificiales y hasta saqueos llegan a formar parte del
cambio de año (e até saques chegam a fazer parte da mudança de ano – há poucos
dias houve muitos saques em cidades argentinas, como, aliás, em dezembro do ano
passado).
El Año Nuevo nos ubica (nos coloca) ante nuestra esencial finitud: crece
la angustia mientras (enquanto) el reloj marca que un ciclo ha terminado y que
– en el mejor de los casos – aún quedan cosas por hacer (ainda restam coisas
por fazer). Aspecto que la sexualidad navideña (natalina) ilustra con el
nacimiento del Niño (do Menino Jesus) que, tal como sucede en el puerperio (no
período pós-parto), no conforma a nadie (não combina com ninguém), por lo menos
hasta el año (y el Niño) que viene.
Freud, en su texto “Un cuento de Navidad” (comunicación a W. Fliess,
1896), formula: “Mi opinión es que dentro de la vida sexual tiene que existir
una fuente independiente de desprendimiento de displacer”, esto es: más allá de
toda injerencia causal y puntual, algo no anda. Muchos años después, Lacan
traduce el mismo desencuentro esencial cuando postula la No Relación Sexual.
Aquí encontramos el quid (o porquê, o essencial) que sostiene (sustenta) a la
institución de la fiesta, cualquiera sea el motivo que la anime: toda fiesta
celebra a la vez un duelo y un pacto. El primero es por algo perdido: los que
no están, lo que no se logró. Y el pacto es un nuevo arreglo (acerto, acordo) con
la divinidad, sea (seja) Dios, la vida, la contingencia, el estado de cosas, lo
irremediable, lo imposible, etcétera. Entonces, es probable que Las Fiestas
actualicen esa mirada que atestigua (testemunha) nuestra frágil y contingente
condición existencial. La respuesta que cada sujeto adopta ante esta falta
constitutiva traza un arco que va desde quien construye con lo que hay hasta
quien – sumido en la queja o el (submetido à queixa ou ao) resentimiento –
predica acerca de cómo tendrían que haber sido las cosas (disserta sobre como
teriam que ter sido as coisas) “en este año de mierda que pasó”: ¿vitel toné o
ensalada rusa?
*
Psicoanalista. Hospital Alvarez.
Tradução
de palavras e expressões: Jadson Oliveira
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