(Foto: Nodal) |
En su condición de diputada, Mariela Castro Espín (filha do presidente Raúl Castro), directora del Centro Nacional de Educación Sexual, propuso además incluir en el proyecto de Código de Trabajo la no discriminación por identidad de género, seroestatus al VIH y discapacidad, junto con la sugerencia de utilizar en la norma un lenguaje no sexista, más una adición para prevenir la violencia laboral.
Sus planteamientos obtuvieron la solidaridad inmediata de la diputada Miriam Ofelia Ortega Suárez, la primera mujer ordenada como pastora de la Iglesia Presbiteriana en Cuba; y el diputado Pablo Odén Marichal, pastor episcopal, quienes destacaron la importancia de tales modificaciones para el progreso social de la Revolución Cubana.
El intelectual Miguel Barnet también ofreció su respaldo a las propuestas de Mariela, al igual que otros diputados y diputadas.
Argumentaron en contra por supuestas razones de técnica jurídica el diputado Homero Acosta, secretario del Consejo de Estado, y José Luis Toledo Santander, presidente de la comisión de asuntos constitucionales y jurídicos.
El diputado Miguel Díaz-Canel, primer vicepresidente cubano, reconoció la trascendencia política de las propuestas de Mariela, y sugirió encargar a una comisión parlamentaria una redacción definitiva que considerara todas las posturas.
La idea de Díaz-Canel recibió el apoyo
del presidente cubano Raúl Castro Ruz y la aprobación de los integrantes
del Parlamento, lo cual permitió finalmente refrendar con el voto
mayoritario la nueva ley.
(Foto: Ragap) |
Seguem informações
extraídas do site RAGAP Reservasgays,
de 22/12/2013:
Cambio
histórico
El nuevo proyecto de ley del Código de Trabajo de Cuba define el
principio de “igualdad en el trabajo”, con el siguiente enunciado: “Todo
ciudadano en condiciones de trabajar tiene derecho a obtener un empleo
atendiendo a las exigencias de la economía y a su elección, tanto en el sector
estatal como no estatal; sin discriminación por color de la piel, género,
creencias religiosas, orientación sexual, origen territorial y cualquier
otra distinción lesiva a la dignidad humana”.
Este párrafo supone un cambio histórico. Por primera vez en medio
siglo la Cuba “revolucionaria” aprueba una ley que defiende de forma explícita
los homosexuales.
La persona que encabeza el impulso legislativo por la tolerancia y la
igualdad del colectivo LGBT es Mariela Castro Espín, directora del
Centro Nacional de Educación Sexual y sobrina de Fidel Castro.
Fidel assumiu responsabilidade por repressão aos
gays
En 2010 (Fidel) Castro admitió su responsabilidad directa por la ola
de represión contra los homosexuales que se desató tras el triunfo de la
revolución hace cinco décadas: “Sí, fueron momentos de una gran injusticia,
¡Una gran injusticia! La haya hecho quien sea. Si la hicimos nosotros, nosotros
(…) Si hay que asumir responsabilidad, asumo la mía. Yo no voy a echarle la
culpa a otros”, declaró al diario mexicano La Jornada.
Estos últimos años el colectivo LGBT cubano ha ido adquiriendo
visibilidad con manifestaciones el día del orgullo, en las que Mariela Castro
hizo de portavoz.
Del poder que pueda adquirir esta mujer depende el futuro inmediato de
los homosexuales cubanos.
No hay que perder de vista que para un país eminentemente turístico, con
una sociedad educada y abierta, convertirse en un destino ‘gay-friendly’
puede suponer un revulsivo económico de primer orden.
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