HONDURAS: UM PAÍS AO ALCANCE DAS GARRAS DO TIO SAM



Propaganda eleitoral numa esquina de Tegucigalpa, durante as prévias para as eleições nacionais deste domingo (Foto: EFE/Página/12)
As eleições não mudam as condições estruturais que amarram Honduras aos interesses de Washington: a embaixadora Lisa Kubiske continuará ditando a doutrina em sua ativa vida diplomática e a Usaid estenderá sua cooperação econômica: desde sua fundação, em 1961, até 2011, aportou ao país centro-americano 3 bilhões de dólares.

Por Gustavo Veiga, no jornal argentino Página/12, edição de hoje, dia 24

A grande influência dos Estados Unidos em Honduras não se modificará pelas eleições. A base militar de Palmerola e a Força Tarefa Conjunta Bravo, estabelecidas no país, continuarão atuando. A embaixadora Lisa Kubiske seguirá ditando a doutrina de Washington em sua ativa vida diplomática. A Usaid (Agência para o Desenvolvimento Internacional dos EUA) estenderá sua política de cooperação econômica: desde sua fundação, em 1961, até 2011,  aportou ao país centro-americano 3 bilhões de dólares. E as deportações em massa de hondurenhos do norte para sua terra – entre 2009 e 2011 foram 77.136 – não se deterão. Não faltarão, isto sim, certos cursos para a imprensa sobre como cobrir o processo eleitoral. Um dos últimos, auspiciado pelo governo de Obama, foi dado pela jornalista Lynne Walker, vice-presidenta do Instituto das Américas de San Diego, Califórnia.

Honduras é uma nação devastada pela pobreza, que afeta 60% da população. A criminalidade hoje a coloca em terceiro lugar no índice de Paz Global (GPI na sigla em inglês) da América, atrás da Colômbia e México. Sua dívida do setor público fechará 2013 com 12 bilhões de dólares, segundo o Foro Social da Dívida Externa e Desenvolvimento de Honduras (Fosdeh). Tem um milhão de desempregados e outro tanto de subempregados (numa população em torno de 8 milhões). Estes são alguns dos registros atuais com os quais o futuro governo deverá lidar.

Continua em espanhol, com palavras e/ou expressões traduzidas entre parênteses:

Cuando visitó Tegucigalpa en marzo de 2012, Joe Biden, el vicepresidente estadounidense, auguró: “Podremos crear una Honduras más segura y próspera”. Pasaron veinte meses y el pronóstico no se cumplió. Al contrario, la situación empeoró. En los primeros ocho meses de 2013, la deuda externa subió el 14,7 por ciento, según el Banco Central local. Tampoco se detuvieron las muertes en las principales ciudades o (ou) en el campo: la tasa de asesinatos llega a 86 cada 100 mil habitantes. Los 46 mil hondureños que estuvieron habilitados para votar en EE.UU. ejercieron su derecho cívico, aunque fueron un 40 por ciento más los 77.136 expulsados entre 2009 y 2011.
En sintonía con la política histórica para su patio trasero (para seu quintal), Estados Unidos le dio mucho protagonismo a su embajadora en Honduras y a una organización como la Usaid. Cambian (Mudam) los funcionarios, cambian (mudam) las siglas, pero no (mas não) la matriz para relacionarse con Centroamérica. Kubiske está acreditada (credenciada) desde el 26 de julio de 2011, es la esposa de un periodista (jornalista) y ha recibido distinciones como “premios superiores de honor (honra) por su participación en la campaña pública a favor del Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos y Perú”, entre otros. El dato surge de su currículum (O dado aparece em seu currículo).

Patricia Rodas, la ex ministra de Relaciones Exteriores del gobierno de Manuel Zelaya, la acusó de inmiscuirse en el proceso electoral. Dijo (Disse) que “legitimar el fraude y adelantar resultados es tan grave como el proceso de terrorismo de Estado montado contra el pueblo hondureño después del golpe de 2009”. En rigor, se refería a un anuncio de Kubiske sobre que los resultados no se darían el mismo día de los comicios (das eleições). Una noticia que también confirmó David Matamoros, integrante del Tribunal Superior Electoral (TSE).

Hay que repasar sus discursos, que pueden leerse en la página web de la embajada, para entender un poco más su injerencia. En la inauguración del II Gran Congreso Nacional sobre Derechos Humanos José Manuel Capellín, el 5 de diciembre de 2012, declaró: “Los Estados Unidos continuarán apoyando los esfuerzos de nuestros socios hondureños, claves (pontos-chave) en el gobierno y en la sociedad civil, quienes están trabajando para reformar las instituciones de este país y asegurar el respeto por los derechos humanos y la seguridad de todos los hondureños”. El gobierno es el de Porfirio Lobo, del partido Nacional, el mismo al que pertenece el candidato oficialista (governista), Juan Orlando Hernández. Los derechos humanos que enunció Kubiske están lejos de respetarse (estão longe de serem respeitados).

La embajadora y James Watson, el director de la misión de Usaid en Tegucigalpa, son dos (dois) inquietos lobbistas de los intereses de Washington. La controvertida organización que el 1º de mayo pasado expulsó el presidente Evo Morales de Bolivia (foi expulsa da Bolívia pelo presidente Evo Morales) por entrometerse en sus asuntos internos destina unos 40 mil millones (40 bilhões) de dólares anuales a sus planes de desarrollo (desenvolvimento) en América. En Honduras divulgó datos (dados) que la vinculan al presunto (suposto) bienestar de sus ciudadanos. Un ejemplo: “En 1960, menos del 30 por ciento de los hondureños tenían acceso a agua potable, mientras  que hoy (enquanto que hoje), más del 87 por ciento de la población tiene acceso a agua potable limpia”.

Los militares de la base de Palmerola no pueden mimetizarse (se confundir, se misturar) como los funcionarios de la Usaid entre la población civil. Construida en 1984 a 7,5 kilómetros de Comayagua, la ex capital, posee una de las mejores pistas de aterrizaje en Centroamérica. Fue utilizada en operaciones humanitarias como las de 1998 por el huracán (furacão) Mitch, pero (mas) también se usó de plataforma para apoyar a los contras que buscaban el derrocamiento del gobierno sandinista legítimo de Nicaragua. Además, no es la única base en territorio hondureño. En los últimos años se levantaron otras en Guanaja, Caratasca y se reacondicionó infraestructura militar en Puerto Castilla. Todo bajo el (Tudo com o) argumento de combatir al narcotráfico.

Un detalle adicional más reciente fue el rol (o papel) que cumplió Palmerola durante el golpe de Estado que destituyó a Zelaya el 28 de junio de 2009. Hasta allí (Para lá), el ex presidente fue llevado en pijama desde su casa. Los militares lo expulsaron de inmediato hacia (com destino a) Costa Rica. “En ese momento, la Casa Blanca y el Pentágono tenían que saber que había un golpe de Estado en marcha”, le confesó por entonces Zelaya a Lula, su colega brasileño.

Tradução: Jadson Oliveira

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