Os dados são de uma pesquisa telefônica nacional de 1.500 casos realizada entre 13 e 15 de maio de 2013 (Ilustração: Página/12) |
Durante a
última década configurou-se um novo ecossistema cultural no qual se conjuga a
volta das maiúsculas (Política, Ideologias, Estado) com uma série de linhas culturais
próprias da atmosfera simbólica dos tempos pós-modernos. A tese que tentamos
compartilhar sustenta que o kirchnerismo expressa – é causa e consequência – um
consenso ideológico, cuja vigência impede de se falar em mudança de clima ou fim
de ciclo.
Por Ignacio Ramírez – sociólogo e diretor
do Ibarómetro (empresa de pesquisa de mercado e opinião pública da Argentina) –
reproduzido do jornal argentino Página/12,
edição de 25/05/2013. (Mantenho o texto em espanhol, introduzindo, entre
parênteses, a tradução de algumas palavras e expressões e uma observação para
ajudar na compreensão da expressão “nacional e popular).
Entre las
distintas perspectivas que podrían elegirse (escolher) para elaborar un balance
de lo sucedido en nuestro país durante los últimos diez años, concentraré mi
revisión en la dimensión ideológica del kirchnerismo, a partir de una encuesta (pesquisa)
realizada recientemente.
Aproximarnos
a la textura ideológica de la opinión pública implica, siempre, caer en
exageraciones binarias (de dois lados). A la sombra de Fukuyama y sus
pronósticos fúnebres acerca del fin de las ideologías, muchos analistas
insisten en que los análisis en clave ideológica son propios de barbudos
melancólicos que se resisten a admitir el absoluto dominio de la imagen y el
reino de los deseos individuales. En otra sintonía, una perspectiva también
bastante difundida aplica sobre el electorado una batería de categorías
ideológicas completamente ajenas al lenguaje (alheias à linguagem) y a la
conducta de la mayoría de los ciudadanos. Ubicados en el medio (localizados no
meio), preferimos una postura que equilibre elementos de ambas argumentaciones.
Por un
lado, es innegable el relieve menos ideologizado de la vida pública actual en
relación con la de treinta años atrás. Sin embargo (no entanto), este visible
contraste histórico no significa la desaparición de los enfoques ideológicos,
de las convicciones, las identidades políticas y las miradas sobre el mundo. El
caso es que bajo (sob) la líquida atmósfera posmoderna las ideologías emergen
bajo (sob) formatos menos nítidos y no necesariamente condensados con los
folklores y los lenguajes de hace treinta años. A través de sucesivos estudios,
hemos podido acreditar la presencia de clivajes ideológicos que surcan la
opinión pública y orientan identificaciones políticas en distintas direcciones.
Diferentes abordajes de la opinión pública nos han permitido identificar los
que son, a nuestro juicio, los tres ejes (eixos) principales diferenciadores en
materia de ideas, valores y conceptos sobre el modelo de país y sociedad.
a. El rol
(o papel) del Estado: distingue a quienes son partidarios de un rol activo en
la economía y quienes prefieren una presencia más prescindente.
b. La
posición sobre la disyuntiva entre libertad o igualdad: bifurcación que de
acuerdo con Norberto Bobbio da origen a las corrientes de izquierda y derecha.
c. La
inclinación por alianzas latinoamericanas o (ou) alianzas con el “primer
mundo”.
A partir
de las posturas de los argentinos sobre estos tres aspectos hemos elaborado un
único indicador que permita dimensionar y perfilar las inclinaciones
ideológicas de la opinión pública. Aclarado el hecho de que la tarea de colocar
títulos y categorías entraña siempre una inevitable dosis de arbitrariedad
interpretativa, encuadraremos como orientaciones “nacionales y populares” las
siguientes posiciones: preferencia por un rol (papel) activo del Estado,
elección (escolha) de la igualdad como rasgo (linha, orientação) constitutivo
de la democracia y preferencia hacia (no rumo de) alianzas con países
latinoamericanos (são posições abraçadas pelos governos dos Kirchner, “governo
nacional e popular” sintetiza o programa do governo de Cristina e seus apoiadores do movimento democrático e popular).
Construido sobre tales supuestos, nuestro clasificador ideológico distingue
cuatro grupos: a) Quienes manifiestan los tres rasgos “nacionales y populares”,
b) quienes manifiestan dos (dois) de tres (tendencia “nacionales y popular”),
c) quienes presentan una de las tres posiciones (“mixtos”) y d) quienes no
adhieren a ninguna de las tres, a quienes llamaremos “liberales”. Veamos:
Los
resultados habilitan algunas conclusiones. Al sumar los “nac&pop” puros con
aquellos que adhieren a dos (dois) de los tres valores que forman el credo
nac&pop se perfila la fisonomía de un mayoritario consenso ideológico. Sin
lugar a dudas (sem dúvida), el dato (dado) de este 58,7 por ciento ilustra uno
de los núcleos fundamentales de la cultura política argentina actual. Tan solo
dos (apenas dois) de cada diez argentinos no coinciden (não concordam) con
ninguna de las posiciones que aquí hemos llamado “nacionales y populares”.
Conocida
al menos parte de la anatomía ideológica de nuestra sociedad, resulta sencillo (simples)
advertir que las victorias políticas kirchneristas no constituyen un rayo en un
cielo estrellado. El kirchnerismo ha logrado rehabilitar y fortalecer valores
subyacentes de la cultura política argentina ligados al rol (ao papel) del
Estado, a la búsqueda (busca) de la igualdad y a la pertenencia
latinoamericana. Asimismo, ha conseguido articular consensos en torno de la
política de derechos humanos y del matrimonio igualitario, temas que – en
contra de lo que se cree – no rankeaban muy alto entre las demandas y
preocupaciones de los argentinos hace diez años.
En
síntesis, durante la última década se ha configurado un nuevo ecosistema
cultural en el que se conjuga el regreso de las mayúsculas (Política,
Ideologías, Estado) con una serie de rasgos (linhas) culturales propios de la
atmósfera simbólica de los tiempos posmodernos. La tesis que hemos intentado
compartir sostiene (A tese que tentamos compartilhar sustenta) que el
kirchnerismo expresa – es causa y consecuencia – un consenso ideológico, cuya
vigencia impide hablar de cambio de clima o fin de ciclo.
Dez anos do kirchnerismo
Fotos e vídeo das comemorações do Dia da Pátria, no último dia 25 de maio em Buenos Aires, na Praça 25 de Maio (é a praça onde quase tudo acontece na política argentina, fica lá a Casa Rosada, o palácio do governo, além de vários outros prédios históricos).
Néstor Kirchner tomou posse como presidente no dia 25 de maio de 2003, conseguindo a façanha de liderar uma onda política que tirou a Argentina do fundo do posso, para onde foi jogada pelas políticas devastadoras do neoliberalismo, especialmente sob o comando de Carlos Ménem.
No sábado, dia 25, portanto, a maioria dos argentinos (os kirchneristas, claro) foram às ruas para festejar os 10 anos dos K na presidência. Chamam a "década ganha", enquanto os opositores chamam a "década perdida". Também foi o 203o. aniversário da independência do país.
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