“Não há sistema mais democrático do que a assembleia constituinte” (Foto: Bernardino Avila/Página/12) |
Bem motivada na sua última
passagem por Buenos Aires, a médica, agora também senadora, comemora o desafio
do início dum terceiro governo frenteamplista, a partir deste domingo, quando
José Mujica entrega a faixa presidencial a Tabaré Vázquez.
Por Mercedes López San Miguel, no jornal argentino Página/12, edição impressa de ontem, dia primeiro de março (em
espanhol, com traduções pontuais)
A sus doce años, que es la edad que hoy tiene su hijo, Mónica Xavier ya
tenía la convicción de querer cambiar (mudar) el mundo. A los 18, la militante
del Partido Socialista de Uruguay estuvo presa durante la dictadura. Fue
detenida durante un mes. “Una (A gente) nunca deja de ser militante más allá
del cargo que asuma”, afirma Xavier, quien en 2012 fue electa presidenta de la
coalición de centroizquierda Frente Amplio (FA) y terminará su mandato en mayo.
La también senadora dialogó con Página/12 a su paso (em sua passagem) por
Buenos Aires, en donde días atrás participó del encuentro Conversaciones
Rioplatenses, que organizó un grupo de dirigentes políticos de ambos países. El
buen ánimo (A boa motivação) de la médica cardióloga (cardiologista) tiene que ver con el
desafío que le provoca el comienzo de un tercer gobierno frenteamplista a
partir de hoy (hoje, primeiro de março), cuando José Mujica le entregue la
banda (faixa) presidencial a su correligionario Tabaré Vázquez.
–¿En qué consiste la reforma constitucional
que plantea el oficialismo (que propõem os governistas), que reeditó su mayoría
en el Congreso?
–En el programa del Frente Amplio tenemos definida una reforma
constitucional. Ya en el período anterior lo habíamos tratado, pero a mi
entender con un espíritu demasiado fundacional, un poco influidos por la tónica
de la región: se decía que no hay sistema más democrático para encararlo que
una asamblea nacional constituyente. Seguramente sea así, pero anteponer la
forma a los contenidos lleva al empantanamiento (confusão, embananamento).
Ninguna definición se puede hacer sin consensos políticos y sociales
importantes en el país. Obviamente la derecha no ve con buenos ojos (olhos) hacer
una reforma constitucional. La clase dominante no se ha preocupado por los
sectores populares, a tal punto que cuando llegamos al gobierno teníamos un 40
por ciento de la población bajo la línea de la pobreza.
La reforma
constitucional no tiene que ser vista como una amenaza, ni siquiera para los
sectores que creen que les quitaría poder, derechos o (ou) libertades. El
derecho a la salud hoy es aceptado universalmente, pero es una exigencia al
Estado exclusivamente con los indigentes, según la Constitución y, por tanto,
resulta una concepción anacrónica. Con el primer período del FA hemos empezado
a hacer cambios (mudanças) con un sistema nacional integrado de salud y
quisiéramos que haya una concordancia en nuestro marco constitucional de lo que
entendemos es un derecho de todos.
–¿Incluiría una reforma judicial?
–Es muy importante que la Justicia pueda adaptarse a los tiempos
actuales. Hemos tenido dificultades, por ejemplo, para implementar impuestos
sobre sectores que la Constitución estaría impidiendo, según determinó la Corte
Suprema.
–Como el impuesto a los propietarios de más
de dos (2) mil hectáreas de tierras, que la Corte Suprema determinó que era
inconstitucional
–Exactamente. Era un impuesto muy tibio (fraco, pequeño), los propios
sectores conservadores tuvieron una discusión interna, porque al final
terminaron aportando un poco más de lo que estaba previsto en la modalidad
inicial. Nuestra aspiración es que no terminemos exclusivamente con una reforma
electoral. Uruguay tiene en materia electoral uno de los ballotage (eleição em
segundo turno) más exigentes del mundo. Así tengamos la mayoría parlamentaria y
superemos por más de diez puntos al segundo partido, en las últimas elecciones
superamos en 18 puntos al Partido Nacional, necesariamente se va a segunda vuelta
(ao segundo turno). Y esto tendría que cambiar (E isto teria que mudar).
–¿Piensan modificar la reelección, ya que
actualmente no puede ser continua?
–No, no creo que sea un tema que preocupe a la ciudadanía. Uruguay tiene reelección, o (ou)
sea que la posibilidad de volver al gobierno existe (não há reeleição contínua,
é o caso de Tabaré que voltou à presidência depois do mandato de Mujica).
–Organizaciones de derechos humanos han
criticado al gobierno del FA por no haber avanzado lo suficiente en la búsqueda
de verdad y justicia. ¿Cómo evalúa este desafío?
–Los dos (2) gobiernos del FA hicieron lo que ningún otro gobierno desde
la dictadura cívico-militar había hecho. Que sea insuficiente, es cierto. No
comparto visiones dentro de la propia izquierda de que no se han hecho todos
los esfuerzos. La impunidad tiene raíces muy profundas. En el primer período de
gobierno se ingresó a los cuarteles, se comenzó la búsqueda, y se hizo con muy
pocos elementos que permitan encontrar la verdad y promover la justicia. Con el
nuevo gobierno se va a instalar un nuevo grupo de trabajo que tiene dos
integrantes que son figuras emblemáticas: Macarena Gelman y Felipe Michelini,
ambos con historias de vida que los comprometen, y además participarán
organizaciones de familiares. Hay una serie de organizaciones sociales
vinculadas al pasado reciente que pretenderían estar. La lógica no es tener a
todos en un mismo ámbito, sino que sea un grupo ejecutivo el que vea las
dificultades. Por ejemplo, si hay algún archivo que no está siendo
desclasificado.
–Algunos organismos dicen que es el
Ministerio de Defensa, presidido por Eleuterio Fernández Huidobro – que seguirá
en esa cartera –, el que se resiste a abrir los archivos.
–Sobre fines del año pasado, yo como presidenta del Frente Amplio y los
vicepresidentes de la coalición concurrimos a una entrevista con el ministro.
Estábamos preocupados por el tono de algunas de sus declaraciones y un cruce
con organizaciones de derechos humanos. Fuimos directamente a tener una
entrevista con el compañero y su equipo. Allí dejamos en claro que existen
decretos que ponen a disposición todo lo que se sabe que existe en el
Ministerio de Defensa. (N. de la R: la ONG Servicio de Paz y Justicia, Serpaj,
dijo que Huidobro no brindaba información sobre los desaparecidos durante la
dictadura. El ministro respondió: “Es falso lo que dice esta ONG financiada por
las peores fundaciones imperiales. Si Serpaj me autoriza a torturar por un mes,
como la CIA, yo capaz que le consigo información”.) Hay muy poco material,
porque todo fue pasado al Archivo General de la Nación y porque las historias
clínicas del hospital del Ministerio de Defensa están muy disminuidas.
Hemos
estado en los calabozos durante la dictadura y hoy vamos a buscar nuestras
fichas y no están. Es muy posible que se hayan quemado y destruido esos
archivos. Pero no es una cuestión de fe, queremos despejar las dudas (dúvidas) y
para eso se creó el equipo de trabajo, para que dé mayores respuestas a los
familiares de los detenidos desaparecidos. Es una cuestión de desmontar los
resortes de impunidad.
–¿De qué se trata el proyecto de crear un
sistema nacional de cuidados?
–En Uruguay, que tiene una población escasa, envejecida, con 46 mil
nacimientos al año, se vuelve imperioso una expansión de la matriz de
protección social que permita a todos los sectores sociales ser cuidados. Hasta
ahora asistimos a las mujeres que ganan muy bajos salarios y que reciben muy
escasa formación para realizar esa tarea. Pero tenemos un gran vacío para la
mujer joven que estudia, trabaja y quiere tener hijos. Queremos que haya
centros de cuidados de bebés recién nacidos hasta los tres años.
Hay tres franjas (faixas) de población a las que apuntamos: los niños de
cero a tres, los adultos mayores y aquellas personas de cualquier edad con
capacidades diferentes que requieren de una apoyatura (um apoio) para
desempeñar sus tareas vitales.
Tradução
(parcial): Jadson Oliveira
Comentários